Los sesgos cognitivos suponen un obstáculo muy serio para el avance de la preocupación por todos los seres sintientes. Además, pueden ser perjudiciales para la defensa de los animales, ya que pueden llevar a activistas a involucrarse en actividades que no logran los mejores resultados para los animales. Por eso ya publicamos con anterioridad diferentes textos sobre este tema, en los que abordamos de qué manera los diferentes sesgos cognitivos resultan perjudiciales para los animales.
Acabamos de publicar un nuevo artículo, en el que se aborda uno de los prejuicios que, de manera más común, impiden avanzar en la defensa de animales, bloqueando expandir la consideración moral hacia quienes en la actualidad están privados de ella. Puedes leer este nuevo texto aquí:
El sesgo del statu quo lleva a asumir que la situación actual es preferible a otras opciones posibles. Esto ocurre incluso cuando alguien preferiría otras alternativas si comparara todas las opciones de manera imparcial, sin dar un peso añadido a la situación actual (“la situación por defecto”). El hecho de que una situación sea la actual no es un motivo relevante para que sea mejor que el resto de opciones, por lo que tratarla como si lo fuera sería irracional. Por desgracia este sesgo hace más difícil cambiar la terrible situación actual que sufren tanto los animales utilizados por los seres humanos como los que viven en el mundo salvaje. Pero hay fuertes razones para oponerse al sesgo del statu quo.