Ayudando a los animales a cubrir sus necesidades básicas

Ayudando a los animales a cubrir sus necesidades básicas

En otros textos, hemos examinado varias formas de ayudar a los animales que requieren rescatarlos de alguna manera, y en algunos casos también darles cuidados especiales, como atención veterinaria y vacunación. A continuación veremos otras dos formas de ayudar a los animales que se pueden hacer sin rescatarlos, relacionadas con la satisfacción de sus necesidades básicas. Una de ellas es darles refugio para que puedan evitar los peores efectos de las condiciones climática. Otra es dar comida y agua a los animales hambrientos y sedientos. Estas acciones tienen que llevarse a cabo de manera muy cuidadosa, para que no sean contraproducentes.

En nuestra sección sobre la situación de los animales en el mundo salvaje, hemos visto que, entre las circunstancias perjudiciales a las que se enfrentan, están las condiciones climáticas duras, la desnutrición, el hambre y la sed. Vamos a ver a continuación algunas medidas que se pueden llevar a cabo para evitar que los animales sufran y mueran por estas causas.

Construcción de refugios para los animales

Muchas personas dan por sentado el poder vivir en un lugar donde pueden protegerse del frío, o tal vez del calor extremo. Puede resultarnos difícil imaginar lo duro que puede ser carecer de tal posibilidad. Por desgracia, es muy común que los animales no tengan acceso ni siquiera a estructuras rudimentarias que los ayuden a mantener la temperatura en un rango seguro. Recordemos que las condiciones ambientales no son necesariamente buenas para los animales. De hecho, son a menudo muy duras, y les pueden causar un gran sufrimiento.

Por ello, una forma de ayudar a los animales salvajes es construyendo refugios u otras estructuras que puedan usar para resguardarse. Estas estructuras permiten a los animales evitar las condiciones climáticas peligrosas, así como a los depredadores. Muchos animales diferentes construyen nidos por estas razones.1 Sin embargo, en algunos casos esto puede suponerles una cantidad de tiempo considerable y, a menudo, no serán tan buenas como las estructuras que podríamos construir. Podemos ayudar a los animales al darles refugios o nidos preconstruidos que sean adecuados. Otros animales que normalmente no los construyen podrían reconocerlos, y beneficiarse de los mismos. El que las estructuras que ya se han construido estén siendo utilizadas por muchos animales muestra que son de hecho útiles para ellos.

Estos refugios pueden permitir que los animales eviten a los depredadores al servir como escondites que estos puedan no detectar. También pueden ayudar a los animales si las entradas son demasiado pequeñas para los depredadores. Del mismo modo, para los animales que trepan o vuelan, las estructuras localizadas en una zona elevada pueden resultar inalcanzables para las especies que los depredan. Además de protegerlos del viento, la lluvia y otros fenómenos atmosféricos, los refugios pueden regular la temperatura de los animales que viven en ellas de otras maneras. Dentro de un refugio, el calor corporal se mantiene de manera parcial, en lugar de perderse, como de otra manera ocurriría, debido a que tal calor contribuye a calentar la estructura.2 Por dichas razones el acceso a este tipo de refugios puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un animal.

La forma más habitual de ayudar a los animales de esta manera es mediante la construcción y el mantenimiento de “casas para pájaros”. Estas estructuras permiten a las aves la cría en un ambiente protegido del clima y de otros animales.3 Cualquiera puede instalar una casa de aves para ayudar a estas. Esta una práctica habitual, y que ya ha sido bien estudiada.

A día de hoy existe abundante información sobre las mejores prácticas para elegir y mantener una casa de aves. Es importante colocarla lejos de cualquier lugar al que puedan acceder los depredadores. También lo es que la entrada no sea demasiado grande, evitando así la entrada de estos. Debería haber algunos agujeros pequeños para la ventilación y el drenaje. Proporcionar materiales adecuados para el descanso en el interior será útil para las aves que lo convierten en su hogar. Es importante que las cajas de aves se limpien después de que una familia de pájaros termine de usarla. De lo contrario, las enfermedades y los parásitos pueden propagarse a la nueva familia de aves que entre.4

También es posible la construcción de estructuras para muchos otros animales. Por ejemplo, los murciélagos necesitan un lugar cálido para descansar donde puedan dormir de manera segura e hibernar. Se ha descubierto que los murciélagos anidan en edificios cuando pueden hacerlo. Se ha comprobado, asimismo, que los murciélagos que anidan en estos edificios tienen una mejor vida, conforme a distintos indicadores, que los murciélagos que anidan en entornos naturales.5 Dado esto, sería posible crear estructuras específicas para murciélagos, o permitirles usar ciertos espacios en edificios ya existentes. También se pueden construir e instalar cajas-nido especiales para que los murciélagos aniden en ellas, y disponerlas en los lugares apropiados. Asimismo, al igual que los murciélagos, también los erizos necesitan un lugar muy seguro y cálido para hibernar durante el invierno. Se pueden construir casas específicas para que lo hagan. Esto es algo que cualquiera puede hacer donde vive.6

Otros animales que viven en zonas urbanas también intentan crear su hogar dentro de edificios cuando tienen posibilidades de hacerlo. Por ejemplo, las palomas anidan con frecuencia dentro de edificios abandonados.7 Sería posible ayudar a estos animales permitiéndoles anidar en espacios adecuados, y evitando impedimentos como las barras metálicas, que se han colocado para evitarlas posarse y anidar en determinadas zonas. Las ardillas, los mirlos y los ratones de campo son también algunos de los animales que viven en entornos urbanos y a los que se podría también dar ayuda.8

Se ha estudiado el uso de madrigueras artificiales por parte de conejos. Cuando las madrigueras se sitúan y diseñan bien, los conejos las usan a menudo, y parecen serles de ayuda.9 Esto indica que podrían construirse más de estas madrigueras para mejorar la situación en la que se encuentran estos animales.

Por otra parte, también se ha descubierto que una especie de polillas, Acrobasis betulella, utiliza para su refugio rollos de hojas creados por equipos científicos. Se descubrió también que otra especie de artrópodos de la zona también utiliza estas estructuras.10 Una vez más, estas estructuras podrían ser de ayuda al dar seguridad frente a otros animales y el clima. Se podrían crear más estructuras para ayudar a estos animales.

Ayudando a animales hambrientos

Una de las principales razones por la que los animales mueren en el mundo salvajes es la falta de comida y agua. Además, durante los momentos de escasez, los que no mueren por inanición sufren desnutrición y hambre, así como sed.11 Es perfectamente posible ayudar a muchos de estos animales. Sin embargo, debemos tener cuidado. Alimentar a algunos animales puede llevar en muchos casos a una mayor reproducción de estos animales, y a que al final haya más muriendo por falta de alimento. Esto puede evitarse si la alimentación de animales se combina con la adopción de medidas para que los animales a los que salvamos de la muerte no se reproduzcan.12 Esto puede hacerse administradores anticonceptivos a los animales que salvamos, para que ninguno tenga que morir por inanición para que la población no crezca. Sin embargo, cuando no se adopta esta medida, alimentar a los animales puede ser una mala idea, porque puede producir más daños de los que evita.

Sin embargo, hay casos en los que esto no sucede. Si existe alguna razón distinta a la disposición de comida para que una determinada población no crezca (es decir, si la población tiene un factor limitante diferente a la disponibilidad de alimentos), evitar que algunos animales mueran por inanición puede no tener el efecto negativo de aumentar el sufrimiento futuro. Pero, lo que es más importante, hay animales como herbívoros grandes que se reproducen teniendo pocas crías, y que suelen tener vidas relativamente buenas. Si esos animales no existen, otros animales (principalmente animales muy pequeños) comerán los alimentos que los primeros habrían consumido. Estos animales más pequeños pueden tener una alta tasa de mortalidad al comienzo de su vida. Debido a esto, la cantidad total de sufrimiento existente en el ecosistema es menor cuando en él se hallan herbívoros más grandes. Por lo tanto, proporcionarles comida es una buena idea cuando existen circunstancias que limitan la disponibilidad de alimento; por ejemplo, cuando ocurren fuertes nevadas o sequías prolongadas.

Una cuestión final relacionada con esta es que la alimentación de animales que de otra manera morirían por inanición es un ejemplo que muchas personas pueden entender, y que puede ayudar a contrarrestar la idea de que no resulta posible ayudar a los animales en el mundo salvaje. Ello se debe a que salvar a los animales de morir de hambre es factible en muchas situaciones.

De hecho, hay seres humanos que lo hacen incluso sin preocuparse por el bienestar de los animales. Por ejemplo, hay cazadores que instalan comederos para atraer a determinados animales que son mantenidos con vida para cazarlos con posterioridad. Hay también casos de seres humanos que intervienen para alimentar a los animales en el mundo salvaje sin siquiera preocuparse por los animales en sí, sino por motivos conservacionistas, como la conservación de una determinada especie que resulta de interés.13 Para conseguir este fin, en muchos lugares se alimenta de manera regular a los animales que viven en el mundo salvaje.

Por otro lado, hay también casos de seres humanos que tratan de forma terrible el problema de los animales que mueren de inanición en el mundo salvaje, a menudo matándolos. En un caso en Zimbabue se masacró a elefantes e impalas por esta razón. En Kenia se llevó a un gran número de cebras a una cierta zona para que fueran devoradas por leones (esto se hizo por motivos económicos, para que continuase afluyendo turismo a la zona, el cual se ve atraído por la presencia de los leones). Sin embargo, hay muchos otros casos en los que se actúa de manera ética alimentando a los animales que pasan hambre. Aquí puede verse un ejemplo:

También de manera tradicional se han realizado esfuerzos para ayudar a los animales salvajes en algunos países. En diferentes comunidades del norte de India hay una tradición de preocupación por los animales en la naturaleza, lo cual lleva a darles comida.

En cualquier caso, es importante insistir en que debemos tener en cuenta las precauciones mencionadas al dar comida a los animales, lo que supone que deberíamos analizar con cuidado cuándo actuar, para evitarles daños futuros causados por un incremento de la población.

Proporcionando agua a los animales

La falta de acceso a agua limpia es otra fuente de sufrimiento, y un serio riesgo para la salud y la vida de los animales. Podemos darles ayuda cuando necesitan agua, y a menudo es fácil hacerlo. Se han realizado varias campañas de este tipo para proporcionar agua a animales que viven en entornos urbanos, y esto también puede hacerse en el mundo salvaje, por medio de la creación de estanques o cañaverales para la limpieza de agua.

Sin embargo, al hacer esto, deberíamos tener cuidado para no aumentar el sufrimiento de otros animales. Cuando se crean estanques, algunos animales pueden ahogarse. También es posible que aumente la reproducción de determinados animales que parasitan a otros y nacen en los estanques. O podría aumentar la reproducción de animales, en especial de los que tienen un gran número de crías, como mosquitos y otros insectos. Esto puede provocar que nazcan muchos de ellos solo para morir poco después de manera dolorosa debido a la falta de los recursos necesarios para poder sobrevivir.


Lecturas recomendadas

Bartoskewitz, M. L.; Hewitt, D. G.; Pitts, J. S. & Bryant, F. C. (2003) “Supplemental feed use by free-ranging white-tailed deer in southern Texas”, Wildlife Society Bulletin, 31, pp. 1218-1228.

Blecha, K. A. (2018) “Hunger mediates apex predator’s risk avoidance response in wildland–urban interface”, Journal of Animal Ecology, 87, pp. 609-622.

Boutin, S. (1990) “Food supplementation experiments with terrestrial vertebrates: Patterns, problems, and the future”, Canadian Journal of Zoology, 68, pp. 203-220.

Boutin, S. (2018) “Hunger makes apex predators do risky things”, Journal of Animal Ecology, 87, pp. 203-220 [referencia: 29 de septiembre de 2019].

Brennan, O. (2018) “Feeding wildlife as a means of promoting animal welfare”, Wild-Animal Suffering Research, September 9 [referencia: 22 de septiembre de 2019].

Brittingham, M. C. & Temple, S. A. (1988) “Impacts of supplemental feeding on survival rates of black-capped chickadees”, Ecology, 69, pp. 581-589.

Cannon, A. R.; Chamberlain, D. E.; Toms, M. P.; Hatchwell, B. J. & Gaston, K. J. (2005) “Trends in the use of private gardens by wild birds in Great Britain 1995–2002”, Journal of Applied Ecology, 42, pp. 659-671.

Catterall, C. P. (2004) “Birds, garden plants and suburban bushlots: Where good intentions meet unexpected outcomes”, en Burger, S. K. & Lunney, D. (eds.) Urban wildlife: More than meets the eye, Sidney: Royal Zoological Society of New South Wales, pp. 21-31.

Chamberlain, D. E.; Vickery, J. A.; Glue, D. E.; Robinson, R. A.; Conway, G. J.; Woodburn, R. J. & Cannon, A. R. (2005) “Annual and seasonal trends in the use of garden feeders by birds in winter”, Ibis, 147, pp. 563-575.

Chapman, R. & Jones, D. N. (2009) “Just feeding the ducks: Quantifying a common wildlife–human interaction”, Sunbird, 39, pp. 19-28.

Chapman, R. & Jones, D. N. (2011) “Foraging by native and domestic ducks in urban lakes: Behavioural implications of all that bread”, Corella, 35, pp. 101-106.

Dubois, S. & Fraser, D. (2013) “A framework to evaluate wildlife feeding in research, wildlife management, tourism and recreation”, Animals, 3, pp. 978-994 [referencia: 12 de junio de 2014].

Fleischer, A. L.; Bowman, R. & Woolfenden, G. E. (2003) “Variation in foraging behaviour, diet and time of breeding in Florida Scrub-Jays in suburban and wildland habitats”, Condor, 105, pp. 515-527.

Gammon, K (2019) “The weird ways animals use roads, buildings and power lines to their advantage”, Inside Science, February 19 [referencia: 9 de noviembre de 2019].

Ishigame, G.; Baxter, G. S. & Lisle, A. T. (2006) “Effects of artificial foods on the blood chemistry of the Australian Magpie”, Austral Ecology, 31, pp. 199-207.

McKiernan, F.; Houchins, J. A. & Mattes, R. D. (2008) “Relationships between human thirst, hunger, drinking, and feeding”, Physiology & Behavior, 94, pp. 700-708 [referencia: 29 de septiembre de 2019].

Miller, R.; Kaneene, J. B.; Fitzgerald, S. D.; Schmitt, S. M. (2003) “Evaluation of the influence of supplemental feeding of white-tailed deer (Odocoileus virginianus) on the prevalence of bovine tuberculosis in the Michigan wild deer population”, Journal of Wildlife Diseases, 39, pp. 84-95 [referencia: 17 de agosto de 2020].

O’Leary, R. & Jones, D. N. (2006) “The use of supplementary foods by Australian magpies (Gymnorhina tibicen): Implications for wildlife feeding in suburban environments”, Austral Ecology, 31, pp. 208-216.

Ottoni, I.; de Oliveira, F. F. & Yound, R. J. (2009) “Estimating the diet of urban birds: the problems of anthropogenic food and food digestibility”, Applied Animal Behaviour Science, 117, pp. 42-46.

Partridge, S. T.; Nolte, D. L.; Ziegltrum, G. J. & Robbins, C. T. (2001a) “Impacts of supplemental feeding on the nutritional ecology of black bears”, Journal of Wildlife Management, 65, pp. 191-199.

Plummer, K. E.; Bearhop, S.; Leech, D. I.; Chamberlain, D. E. & Blount, J. D. (2013) “Fat provisioning in winter impairs egg production during the following spring: A landscape-scale study of blue tits”, Journal of Animal Ecology, 82, pp. 673-682.

Robbins, C. T. (1983) Wildlife feeding and nutrition, Orlando: Academic Press.

Saggese, K.; Korner-Nievergelt, F.; Slagsvold, T. & Amrhein, V. (2011) “Wild bird feeding delays start of dawn singing in the great tit”, Animal Behaviour, 81, pp. 361-365.

Smith, B. L. (2001) “Winter feeding of elk in western North America”, Journal of Wildlife Management, 65, pp. 173-190.

Smith, J. A.; Harrison, T. J.; Martin, G. R. & Reynolds, S. J. (2013) “Feathering the nest: Food supplementation influences nest construction by Blue (Cyanistes caeruleus) and Great Tits (Parus major)”, Avian Biology Research, 6, pp. 18-25.

Southwick, C. H.; Siddioi, M. F.; Farooqui, M. & Pal, B. C. (1976) “Effects of artificial feeding on aggressive of rhesus monkeys in India”, Animal Behaviour, 24, pp. 11-15.

Sullivan, T. P.; Sullivan, D. S. & Krebs, C. J. (1983) “Demographic responses of a chipmunk (Eutamias townsendii) population with supplemental food”, Journal of Animal Ecology, 52, pp. 743-755 [referencia: 14 de junio de 2014].

Turner, J. W., Jr.; Liu, I. K. M.; Flanagan, D. R.; Rutberg, A. T. & Kirkpatrick, J. F. (2001) “Immunocontraception in feral horses: One inoculation provides one year of infertility”, Journal of Wildlife Management, 65, pp. 235-241.

Venkatachalam, M. & Sathe, S. K. (2006) “Chemical composition of selected edible nut seeds”, Journal of Agricultural and Food Chemistry, 54, pp. 4705-4714.

Ward, J. M. & Kennedy, P. L. (1996) “Effects of supplemental food on size and survival of juvenile Northern Goshawks”, The Auk, 113, pp. 200-208.

Wrangham, R. W. (1974) “Artificial feeding of chimpanzees and baboons in their natural habitat”, Animal Behaviour, 22, pp. 83-93.


Notas

1 Hansell, M. & Hansell, M. H. (2005) Animal architecture, New York: Oxford University Press on Demand.

2 Ibid.

3 Møller, A. P. (1989) “Parasites, predators and nest boxes: Facts and artefacts in nest box studies of birds?”, Oikos, 56, pp. 421-423.

4 Arrington, D. (2011) “What birds want in a birdhouse”, The Seattle Times, April 4 [referencia: 10 de noviembre de 2019].

5 Lausen, C. L. & Barclay, R. M. (2006) “Benefits of living in a building: big brown bats (Eptesicus fuscus) in rocks versus buildings”, Journal of Mammalogy, 87, pp. 362-370 [referencia: 14 de septiembre de 2019].

6 Lincolnshire Wildlife Trust (2019) “Create a home for wildlife”, lincstrust.org.uk [referencia: 5 de noviembre de 2019].

7 Goodwin, D. (1960) “Comparative ecology of pigeons in inner London”, British Birds, 53, pp. 201-212 [referencia: 14 de abril de 2019].

8 McCleery, R. A.; Lopez, R. R.; Silvy, N. J. & Kahlick, S. N. (2007) “Habitat use of fox squirrels in an urban environment”, Journal of Wildlife Management, 71, pp. 1149-1157; Gliwicz, J.; Goszczynski, J. & Luniak, M. (1994) “Characteristic features of animal populations under synurbization — the case of the Blackbird and of the Striped Field Mouse”, Memorabilia Zoologica, 49, pp. 237-244 [referencia: 1 de julio de 2019].

9 Fernández-Olalla, M.; Martínez-Jauregui, M.; Guil, F. & San Miguel-Ayanz, A. (2010) “Provision of artificial warrens as a means to enhance native wild rabbit populations: What type of warren and where should they be sited?”, European Journal of Wildlife Research, 56, pp. 829-837 [referencia: 13 de abril de 2019]

10 Hansell, M. & Hansell, M. H. (2005) Animal architecture, New York: Oxford University Press, pp. 216-217

11 McNamara, J. M. & Houston, A. I. (1987) “Starvation and predation as factors limiting population size”, Ecology, 68, pp. 1515-1519. Holmes, J. C. (1995) “Population regulation: A dynamic complex of interactions”, Wildlife Research, 22, pp. 11-19. Zimmerman, D. (2009) “Starvation and malnutrition in wildlife”, Indiana Wildlife Disease News, 4 (1), pp. 1-7 [referencia: 19 de octubre de 2013]. McCue, M. D. (2010) “Starvation physiology: Reviewing the different strategies animals use to survive a common challenge”, Comparative Biochemistry and Physiology Part A: Molecular & Integrative Physiology, 156, pp. 1-18.

12 Kallander, H. (1981) “The effects of provision of food in winter on a population of the great tit Parus major and the blue tit P. caeruleus”, Ornis Scandinavica, 12, pp. 244-248 [referencia: 29 de mayo de 2013]. Lott, D. F. (1996) “Feeding wild animals: The urge, the interaction and the consequences”, Anthrozoös, 4, pp. 232-236. Cooper, S. M. & Ginnett, T. F. (2000) “Potential effects of supplemental feeding of deer on nest predation”, Wildlife Society Bulletin, 28, pp. 660-666. Schoech, S. J.; Bowman, R. & Reynolds, S. J. (2004) “Food supplementation and possible mechanisms underlying early breeding in the Florida Scrub-Jay (Aphelocoma coerulescens)”, Hormones and Behavior, 46, pp. 565-573. Robb, G. N.; McDonald, R. A.; Chamberlain, D. E.; Reynolds, S. J.; Harrison, T. J. & Bearhop, S. (2008) “Winter feeding of birds increases productivity in the subsequent breeding season”, Biology Letters, 4, pp. 220-223. Orros, M. E. & Fellowes, M. D. E. (2012) “Supplementary feeding of wild birds indirectly affects the local abundance of arthropod prey”, Basic and Applied Ecology, 13, pp. 286-293. Plummer, K. E.; Bearhop, S.; Leech, D. I.; Chamberlain, D. E. & Blount, J. D. (2013b) “Winter food provisioning reduces future breeding performance in a wild bird”, Scientific Reports, 3 [referencia: 15 de abril de 2014]. Jones, D. (2011) “An appetite for connection: Why we need to understand the effect and value of feeding wild birds”, Emu: Austral Ornithology, 111, pp.1-7 [referencia: 14 de junio de 2014].

13 Brittingham, M. C. & Temple, S. A. (1992) “Does winter feeding promote dependency?”, Journal of Field Ornithology, 63, pp. 190-194. Marion, J.; Dvorak, R. & Manning, R. E. (2008) “Wildlife feeding in parks: Methods for monitoring the effectiveness of educational interventions and wildlife food attraction behaviors”, Human Dimensions of Wildlife, 13, pp. 429-442.