Jornada Mundial por el Fin de la Pesca 2022

Jornada Mundial por el Fin de la Pesca 2022

26 Mar 2022

El 26 de marzo es la Jornada Mundial por el Fin de la Pesca, un evento creado en 2017 en Suiza por la asociación Pour l’Égalité Animale (PEA), y celebrado cada año desde entonces con la participación de organizaciones por la defensa de los animales de todo el mundo.

Número de animales que mueren víctimas de la pesca

La pesca es una de las actividades humanas que provoca un mayor número de muertes de animales. Aunque no se conoce con exactitud el número total (puesto que el cálculo se realiza en toneladas), se han hecho los siguientes cálculos a nivel global por año:1

(1) entre 787.000 millones y 2.3 billones de todo tipo de especies de peces se capturan directamente en el mar;

(2) entre 51.000 millones y 167.000 millones de peces se crían en piscifactorías;

(3) entre 255.000 millones y 604.000 millones de decápodos (gambas, cangrejos y langostas, por ejemplo) se crían en piscifactorías. Hay que tener en cuenta que estos datos no incluyen a los decápodos atrapados de manera directa en el mar, que suponen un elevado número.

Sumando estos números, la cifra de animales matados por la pesca o en piscifactorías al año a nivel global puede situarse entre 1,5 y 4,1 billones.

Para hacernos una idea de la inmensidad de esta cifra, resulta útil compararla con el número de vertebrados terrestres (aves, cerdos, vacas, etc.,) matados para su consumo mundial cada año,2 que es de unos 70.000 millones. Si sumamos los números de animales acuáticos y de vertebrados terrestres que se mata, los de la pesca suponen entre el 95% y el 97,7% de esta cifra. Es decir, el número de animales que se mata por la pesca es entre 21 y 58 veces mayor que el número de vertebrados terrestres que mueren para consumo humano. Estas cifras serían mucho mayores si incluyéramos el número total de decápodos atrapados en el mar.

Lo peor es que en un futuro estas cifras podrían multiplicarse, aumentando todavía más el sufrimiento animal.

Son animales sintientes

Hay quienes piensan que los animales que suelen morir por la pesca no son sintientes, sino meras “máquinas con vida” que carecen de consciencia. Basándonos en esto, podríamos pensar que, pese a que puede parecer lo contrario, la pesca no produce sufrimiento, y que, aunque provoca muertes, no supone ningún daño para nadie (puesto que si no hay sintiencia, tampoco existen experiencias subjetivas). Sin embargo, las evidencias fisiológicas, conductuales y evolutivas demuestran que estos animales son sintientes.

En cuanto a las evidencias fisiológicas, es importante tener en cuenta que estos animales tienen un sistema nervioso centralizado con cerebro. Es el procesamiento de información centralizado en el cerebro lo que hace surgir las experiencias. Existe un debate sobre cuál debería ser el número mínimo de neuronas y la interacción entre ellas para que aparezca la consciencia, pero varios estudios sugieren que los animales que mueren de manera habitual por la pesca satisfacen estas condiciones.3 La presencia de nociceptores es una evidencia fisiológica adicional de la existencia de sintiencia en estos animales,4 puesto que permiten al sistema nervioso detectar la presencia de estímulos perjudiciales o potencialmente perjudiciales, haciendo posible experimentar dolor, frío, calor, etc., así como la presencia de receptores en el cerebro de sustancias que actúan como analgésicos.5

El comportamiento de estos animales es también plástico, en el sentido de que cambia en respuesta a diferentes estímulos. Parece que la mejor forma de explicar este comportamiento se basa en la asunción de que intentan evitar experiencias negativas y buscar experiencias positivas.

Además, puesto que estos animales se pueden desplazar en su ambiente y necesitan responder a cambios en el mismo, resulta muy probable que la sintiencia represente una ventaja evolutiva en su caso, al incrementar la probabilidad de sobrevivir y transmitir su información genética. Estas evidencias, tomadas en conjunto, aportan fuertes motivos para concluir que estos animales son sintientes.6

Cómo daña la pesca a los animales

Los animales se ven dañados en la pesca no solo por la muerte, sino también por el sufrimiento que se les provoca. Esto sucede en el momento de morir pero también durante todo el tiempo anterior, dado que es muy común que pasen horas o incluso días atrapados en redes antes de perder la vida. Por lo general, los animales mueren en la pesca por los siguientes motivos:

(1) descompresión, al expulsarlos a la superficie, lo cual provoca que sus órganos internos exploten;

(2) asfixia, al sacarlos fuera del agua;

(3) como resultado de lesiones en el proceso de captura o la fatiga extremada provocada por el estrés al intentar escapar de las redes;

(4) perforados por arpones o atravesados por ganchos;

(5) aplastados por el peso de otros animales capturados al mismo tiempo;

(6) congelados vivos en refrigeradores, donde se les deposita inmediatamente después de su captura;

(7) cocidos con vida (como en el caso de las langostas y los cangrejos);

(8) comidos vivos mientras todavía son conscientes; y

(9) usados como cebo y, por lo tanto, devorados mientras siguen con vida por otros animales que también son capturados.

Por qué la pesca carece de justificación

Un intento habitual de justificar la pesca pasa por afirmar que, puesto que estos animales no pertenecen a la especie humana, no deberían ser tenidos en consideración moral. Sin embargo, pertenecer a una especie parece un criterio tan arbitrario como el color de piel o el género.

Otro intento de justificar la pesca pasa por afirmar que no tener en consideración moral a estos animales es correcto, pero no por el hecho de ser un animal de otra especie, sino porque (supuestamente) carecen de capacidades cognitivas sofisticadas. Sin embargo, este argumento implicaría que sería correcto provocar sufrimiento, matar y comer a cualquier ser humano que carezca de dichas capacidades, como bebés, niños pequeños y seres humanos que son víctimas de ciertos accidentes o enfermedades que afecten de manera severa a sus capacidades cognitivas.

La falta de capacidades cognitivas sofisticadas en los seres humanos no se acepta como justificación para tratarlos peor, y mucho menos para no tenerlos en consideración. Al contrario, el hecho de que la falta de estas capacidades incremente su vulnerabilidad se suele ver como una razón para prestarles una mayor atención, y no para provocarles el sufrimiento o la muerte. Cuando hablamos de seres humanos, se reconoce de manera habitual que lo importante para tener a alguien en consideración moral es su capacidad para sufrir daños y beneficios, y no la inteligencia.

Por lo tanto, si la falta de capacidades cognitivas sofisticadas no puede justificar un peor tratamiento de estos seres humanos, y mucho menos el provocarles sufrimiento o muerte, la conclusión es que la falta de dichas capacidades en el caso de los animales víctimas de la pesca tampoco puede justificarlo.7

Por estos motivos parece que la pesca, así como otras formas de discriminación de los animales no humanos, es un ejemplo de lo que se ha llamado especismo. Es decir, supone una forma injustificable de discriminación de quienes no pertenecen a una determinada especie. Deberíamos rechazar el especismo y, por lo tanto, la pesca. Deberíamos respetar a todos los seres sintientes.


Notas

1 Los datos estadísticos están disponibles en fishcount.org.uk (2020) “Fishcount estimates of numbers of individuals killed in (FAO) reported fishery production”, fishcount.org.uk [referencia: 24 de agosto de 2021]; (2019) Reducing suffering in fisheries”, fishcount.org.uk [referencia: 24 de agosto de 2021]. En cuanto a los daños que la pesca provoca a los animales, ver Ética Animal (2016) “Pesca”, Explotación animal, Ética Animal [referencia: 24 de agosto de 2021]; ver también Ética Animal (2016) “Pesca deportiva”, Explotación animal, Ética Animal [referencia: 24 de agosto de 2021]. Entre los animales pescados, se estima que 462.000 millones y 1,1 billones son utilizados para alimentar a otros animales criados en piscifactorías.

2 Global Change Data Lab (2018) “Number of animals slaughtered for meat, World, 1961 to 2018”, Our World in Data [referencia: 25 de septiembre de 2021]; Sanders, B. (2018) “Global animal slaughter statistics and charts”, Faunalytics, October 10 [referencia: 25 de septiembre de 2021].

3 Animal Ethics (2019) “Invertebrate sentience: A review of the neuroscientific literature”, Sentience, Animal Ethics [referencia: 23 de octubre de 2021]; (2021) “Invertebrate sentience: A review of the behavioral evidence”, Blog, Animal Ethics, 30 May [referencia: 12 de febrero de 2022]. Braithwaite, V. A. (2010) Do fish feel pain?, Oxford: Oxford University Press. Cabanac, M.; Cabanac, A. J. & Parent, A. (2009) “The emergence of consciousness in phylogeny”, Behavioural Brain Research, 198, pp. 267-272. Chandroo, K. P.; Duncan, I. J. H. & Moccia, R. D. (2004) “Can fish suffer? Perspectives on sentience, pain, fear and stress”, Applied Animal Behaviour Science, 86, pp. 225-250. Chandroo, K. P.; Yue, S. & Moccia, R. D. (2004) “An evaluation of current perspectives on consciousness and pain in fishes”, Fish and Fisheries, 5, pp. 281-295. Mather, J. A. (2001) “Animal suffering: An invertebrate perspective”, Journal of Applied Animal Welfare Science, 4, pp. 151-156. Mather, J. A. & Anderson, R. C. (2007) “Ethics and invertebrates: A cephalopod perspective”, Diseases of Aquatic Organisms, 75, pp. 119-129 [referencia: 14 de noviembre de 2021]. Smith, J. A. (1991) “A question of pain in invertebrates”, ILAR Journal, 33, pp. 25-31 [referencia: 15 de diciembre de 2021]. Sneddon, L. U. (2003) “The evidence for pain in fish: The use of morphine as an analgesic”, Applied Animal Behaviour Science, 83, pp. 153-162. Sneddon, L. U. (2009) “Pain perception in fish: Indicators and endpoints”, ILAR Journal, 50, pp. 338-342 [referencia: 13 de febrero de 2022]; (2018) “Where to draw the line? Should the age of protection for zebrafish be lowered?”, Alternatives to Laboratory Animals, 46, pp. 309-311 [referencia: 19 de noviembre de 2021]. Sneddon, L. U.; Braithwaite, V. A. & Gentle, M. J. (2003) “Do fishes have nociceptors? Evidence for the evolution of a vertebrate sensory system”, Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 270, pp. 1115-1121. Animal Ethics (2021) “An illustrated physiology of nervous systems in invertebrates”, Sentience, Animal Ethics [referencia: 23 de octubre de 2021].

4 En cuanto a los nociceptores, ver Sneddon, L. U. (2004) “Evolution of nociception in vertebrates: Comparative analysis of lower vertebrates”, Brain Research Reviews, 46, pp. 123-130.

5 See Birch, J.; Burn, C.; Schnell, A.; Browning, H. & Crump. A. (2021) Review of the evidence of sentience in cephalopod molluscs and decapod crustaceans. London: London School of Economics and Political Science [referencia: 22 de marzo de 2022].

6 Otro análisis de las evidencias de sintiencia en cefalópodos y decápodos que tuvo lugar en 2021 utilizó ocho criterios para la evaluación: (1) la posesión de nociceptores; (2) la posesión de regiones cerebrales integrativas; (3) conexiones entre nociceptores y regiones cerebrales integrativas; (4) respuestas afectados por anestésticos o analgésicos locales potenciales; (5) intercambios motivacionales que muestran un balance entre amenazas y oportunidades para conseguir recompensas; (6) comportamientos autoprotectores flexibles en respuesta a daños y amenazas; (7) aprendizaje asociativo que va más allá de la habituación y la sensibilización; (8) comportamiento que muestra que el animal valora los anestésicos o analgésicos locales al ser dañado. Basándonos en estos criterios, el análisis concluyó que existen evidencias muy fuertes de sintiencia en pulpos y cangrejos, y que existen evidencias considerables de sintiencia en otros cefalópodos y decápodos estudiados. En lo relativo al estudio, ver Birch, J.; Burn, C.; Schnell, A.; Browning, H. & Crump. A. (2021) Review of the evidence of sentience in cephalopod molluscs and decapod drustaceans, op. cit.

7 Ver Horta, O. (2020 [2010]) “¿Qué es el especismo?”, Devenires, 41, pp. 163-198 [referencia: 11 de mayo de 2021]; (2017) Un paso adelante en defensa de los animales, Madrid: Plaza y Valdés; y Animal Ethics (2021) “La ética y los animales”, Ética Animal, YouTube [referencia: 14 de marzo de 2022].