Los buques denominados superarrastreros serán prohibidos definitivamente por el gobierno australiano en marzo de 2015. Estas embarcaciones, de más de 130 metros de largo, y que utilizan redes de hasta 300 metros, pueden acabar con la vida de un gran número de peces al día. Trabajan arrastrando redes que capturan a todos los animales que atrapan a su paso.
La prohibición se produce después de una campaña que ha conseguido más de 63.000 firmas.1 Quienes apoyan esta petición, señalan que los superarrastreros amenazan la vida marina, la pesca comercial, la pesca deportiva y el turismo. También aluden a que las redes de estos barcos arrastran de forma “involuntaria” a peces y mamíferos marinos en peligro de extinción.
Así, después de escuchar a los sectores afectados, el ejecutivo australiano ha manifestado que está decidido a que la gestión de la pesca en aguas australianas siga estando “entre las mejores del mundo”. Esta expresión muestra que hay un interés por defender el sector pesquero de este país, modificando únicamente un método de pesca.
Ahora bien, también hay objeciones que presentar a la posición defendida por quienes han promovido la petición. Según la visión de estas personas, los superarrastreros son parte del problema global que está conduciendo al agotamiento de los caladeros de pesca, y por eso no quieren que se practique ese tipo de pesca en Australia. Esto deja patente que su objetivo, refrendado por el gobierno australiano, no es realmente beneficiar a los animales, sino mantener el número de peces necesario para que la pesca pueda continuar.
Otro problema consiste en que la pesca de arrastre mata a muchos animales que no son el objetivo de los pescadores. Estos incluyen a otros peces, y también a otros vertebrados como aves marinas, tortugas o delfines, así como a un enorme número de invertebratos. Normalmente estos animales son tirados al no poder ser vendidos.2
Esto sucede en particular en la pesca de arrastre, y esta es una de las razones principales por las que esta ha sido el objetivo de esta campaña. Pero debemos tener en cuenta que esto también sucede en el caso de otros métodos de pesca. Por ejemplo, la pesca mata a muchas aves marinas que muerden los anzuelos que utilizan.
Si tenemos en consideración los intereses de los animales en no sufrir y en vivir, debemos oponernos a todos los tipos de pesca. Tanto la pesca con los superarrastreros, como la pesca comercial, local y deportiva, provocan la muerte de animales que son capaces de experimentar sensaciones.3
También debemos tener en cuenta acerca de esto que, aunque la pesca industrial mata a un número inmenso de animales,4 la pesca deportiva también mata a un número muy grande de ellos.5 De hecho, de todos los modos en los que los animales no humanos son dañados para el entretenimiento la pesca deportiva es de lejos el que mata y daña a más. El número de sus víctimas es contado usualmente no en términos de individuos, sino en función de su peso. Sin embargo, las cifras concernientes a su peso son tan altas que podemos estimar que muchos miles de millones pueden morir cada año víctimas de esta práctica.6
Todo esto significa que no hay razón para solo objetar a la pesca de arrastre, y no a otras formas de pesca.
Cuando un animal es víctima de la actividad pesquera, sus intereses no son considerados independientemente de si le priva de su vida un superarrastrero o un barco de pesca local y de si pertenece o no a una especie en peligro de extinción.
1 Medhora, S. (2014) “Supertrawlers to be banned permanently from Australian waters”, The Guardian, 24 December [referencia: 7 de enero de 2015].
2 Alverson D. L.; Freeberg, M. K.; Murawski, S. A. & Pope, J. G. (1994) A global assessment of fisheries bycatch and discards, Rome: Food and Agriculture Organization of the United Nations.
3 Sneddon, L. U. (2003) “The evidence for pain in fish: The use of morphine as an analgesic”, Applied Animal Behaviour Science, 83 (2), pp. 153-162. Braithwaite, V. (2004) Do fish feel pain?, Oxford: Oxford University Press. Chandroo, I. J. H. & Moccia, R. D. (2004) “Can fish suffer?: Perspectives on sentience, pain, fear and stress”, Applied Animal Behaviour Science, 86, pp. 225-250.
4 Mood, A. (2010) “Worse things happen at sea: The welfare of wild-caught fish”, Fishcount.org.uk [referencia: 18 de octubre de 2010]. Mood, A. & Brooke, P. (2010) “Estimating the number of fish caught in global fishing each year”, Fishcount.org.uk, July [referencia: 18 de octubre de 2010].
5 Balon, E. K. (2000) “Defending fishes against recreational fishing: An old problem to be solved in the new millennium”, Environmental Biology of Fishes, 57, pp. 1-8.
6 Cooke, S. J. & Cowx, I. G. (2004) “The role of recreational fisheries in global fish crises”, BioScience, 54, pp. 857-859.