Se cumplen en estas fechas 30 años de la publicación del libro Morals, reason and animals (La moral, la razón y los animales), el clásico en el ámbito de la ética animal de Steve F. Sapontzis, que fue publicado en julio de 1987,[1] y que fue uno de los primeros trabajos en este campo que examinó la cuestión de si hemos de actuar para ayudar a los animales en el mundo salvaje.
Es de lamentar que todavía no se encuentre traducido al castellano. Entre quienes han escrito acerca del especismo mucha gente hextensamentea oído hablar de gente como Peter Singer o Tom Regan. Pero lo cierto es que hay otra serie de personas que, sin llegar a ser tan conocidas, han hecho una contribución muy notable a lo largo de su vida. Serían varios los nombres que se podrían mencionar aquí. En particular podríamos citar, por ejemplo, a Evelyn Pluhar[2] o Paola Cavalieri.[3] Pero otra de las personas que claramente tendrían que entrar en la lista sería Steve Sapontzis.
Sapontzis, profesor emérito en la Universidad del Estado de California, ha escrito un gran número de trabajos sobre la cuestión (una lista de algunas de sus publicaciones puede verse aquí). Fue también cofundador en 1984 de Between the Species, la principal revista académica sobre animales y filosofía que continúa activa a día de hoy. Las posiciones defendidas por Sapontzis pueden verse en más detalle en esta entrevista.[4]
A lo largo de los años 80 se escribieron unos cuantos libros que tuvieron bastante importancia, como, por ejemplo, en primer lugar, Animal rights and human morality de Bernard Rollin (publicado en 1981),[5] o, con posterioridad, En defensa de los derechos de los animales de Tom Regan (publicado en 1983).[6] Pero hay que citar también Morals, reason and animals como uno de los más importantes y de los más originales entre los publicados en esa década acerca del especismo y la consideración moral de los animales. De hecho, fue un libro que en su momento abrió nuevas vías de investigación.
El título del libro es bastante descriptivo en lo que toca al contenido. El libro trata la cuestión de si deberíamos dar consideración moral a los animales, y de si la capacidad de razonar es un motivo para considerar que los intereses de alguien merecen más atención. Pero no aborda esto únicamente en un sentido general y abstracto, sino que examina también las consecuencias que se podrían seguir de ello.
El libro abarca un gran número de cuestiones (el índice está aquí). Pero hay algunos puntos en particular que pueden destacarse. En Morals, reason and animals se argumenta extensamente contra la idea de que la capacidad de razonar deba ser considerada moralmente importante. También se defiende que, contra lo que piensa alguna gente, ayudar a los animales en la naturaleza cuando ello es posible sin dañar a otros es lo correcto. Y explica también en detalle por qué el respeto por los animales puede ser defendido desde cualquiera de las posiciones éticas más aceptadas.
Una forma común de defender la prioridad moral de los seres humanos por encima de otros seres sintientes consiste en decir que los humanos tienen unas capacidades cognitivas superiores. Sapontzis argumenta que esta idea se encuentra equivocada.
El hecho de tener una determinada inteligencia puede hacer que en ciertos casos podamos sufrir un daño si nos pasa algo que nos hace sufrir mucho psicológicamente. Por ejemplo, si queremos estudiar y aprender sobre alguna cuestión o disciplina, y nos impiden hacerlo, ello puede hacer que suframos. Igualmente, algo puede hacernos sufrir en ciertas situaciones si anticipamos que vamos a padecer algún daño. Pero tener esas capacidades no es lo que hace que podamos sentir daños; eso es algo que solo puede ocasionar el hecho de ser sintientes. En muchas otras circunstancias todo esto resulta irrelevante. Si nos quemamos una mano, el dolor que vamos a sufrir no es mayor si somos más inteligentes. Es más, en otros casos tener tales capacidades nos pueden hacer sufrir menos. Por ejemplo, si alguien nos captura y nos hace daño, sufriremos incluso más si no entendemos qué está ocurriendo. Podemos incluso temer que les vayamos a matar, incluso aunque simplemente les estemos dando tratamiento veterinario.
Todo esto muestra que la sintiencia, y no la razón, debería ser lo que cuenta a la hora de respetar a alguien.
Sapontzis examina a continuación la cuestión de si deberíamos ayudar a los animales que se encuentran en situación de necesidad en la naturaleza. Hay una visión que mantiene todavía bastante gente, aunque cada vez menos, según la cual no tenemos que preocuparnos por esto. Incluso hay quienes han sostenido que la idea de intervenir para impedir que los animales sufran daños en el mundo salvaje es absurda, por lo cual debería serlo también el antiespecismo.
Lo que argumenta Sapontzis es que tal idea, pese a ser considerada absurda por varias personas (en concreto por algunas que defienden posiciones ecologistas) no lo es en absoluto. Sapontzis indica que, si podemos ayudar a alguien en situación de necesidad, no hay motivo para no hacerlo. Y señala que esto es así incluso cuando hay un conflicto entre distintos animales, de manera que, sea cual sea nuestra decisión, habrá alguno que se vea en una situación peor.
Sapontzis argumenta que en una situación así lo que hay que hacer no es desentenderse de la cuestión, sino tomar la decisión mejor para los animales. Lo que esto supone es que actuar a favor de los animales no solo está justificado, sino que es algo positivo, y que deberíamos hacer siempre y cuando con ello no causemos un daño mayor. Hay muchos casos en los que esto no resulta posible y por ello no debemos actuar (dado que hacerlo ocasionará un daño mayor a otro u otros). Pero hay muchos otros casos en los que sí es posible hacerlo sin causar un daño mayor, y en esos casos lo correcto es efectivamente actuar (sus argumentos en este sentido fueron ya anticipados en otro artículo anterior de 1984).[7]
Precisamente por este motivo, Sapontzis se ocupó muy especialmente de distinguir el punto de vista antiespecista y las consecuencias que se siguen de este de las posiciones ecologistas. Sapontzis argumenta que deberíamos apoyar las primeras y no las segundas, debido a que lo relevante a la hora de que nos respeten no es otra cosa que nuestra capacidad de sufrir y disfrutar.
La atención que Sapontzis da a este tema es muy significativa. Esto contrasta con el tratamiento que, con anterioridad, otras personas como Regan y Singer habían dado al tema, que era escaso y poco satisfactorio (aunque esto ha comenzado ya a cambiar, pues Singer considera ahora que el tema es realmente muy importante, y ya ha escrito y hablado sobre él).[8] Podríamos pensar ante esto que quizás Sapontzis fue el primero en tratar esta cuestión, pero en realidad no es así, debido a que más de un siglo y medio antes ya lo había hecho Lewis Gompertz, uno de los primeros veganos de quienes se tiene conocimiento a lo largo de la historia, y defensor también del antiespecismo con mucha anterioridad a que este témino hubiese sido tratado.[9] Pero no hay duda de que, al margen de esto, Sapontzis fue una de las personas que con su trabajo impulsó el tratamiento de esta cuestión.
Por último, otro punto tratado por Sapontzis se debe al hecho de que en ética se defienden diferentes puntos de vista. Pues bien, Sapontzis se plantea la siguiente pregunta, ¿defender a los animales implica aceptar alguna teoría ética en concreto? Y explica las razones por las que la respuesta es negativa. Podemos defender el respeto a todos los animales sintientes en contra de lo que dice el especismo, sea cual sea la posición ética en particular que aceptemos.
Las distintas cuestiones que abordó Sapontzis han sido ya tratadas desde entonces de forma extensa. Por ello, a día de hoy no resultan ya tan novedosas. Pero sí lo fueron en su momento, hace ya tres décadas. Por ello esta es una buena ocasión para celebrar la publicación de este libro.
[1] Sapontzis, S. F. (1987) Morals, reason, and animals, Philadelphia: Temple University Press.
[2] Ver Pluhar, E. B. (1995) Beyond prejudice: The moral significance of human and nonhuman animals, Durham: Duke University Press.
[3] Ver, en particular, Cavalieri, P. (2001) The animal question: Why nonhuman animals deserve human rights, Oxford: Oxford University Press.
[4] Esta entrevista, publicada en castellano por Especismo Cero, puede verse también en inglés aquí.
[5] Rollin, B. (1981) Animal rights and human morality, Buffalo: Prometheus Books.
[6] Regan, T. (2013 [1983]) En defensa de los derechos de los animales, Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica (título original: The case for animal rights, Berkeley: University of California Press).
[7] Sapontzis, S. F. (2010 [1984]) “La depredación”, Télos, 17, 91-105 (título original: “Predation”, Ethics and Animals, vol. 5, 27-38).
[8] Singer, P. (2015) “Practical ethics: Predation”, Matěj Dostál, YouTube, 24 Mar. [referencia: 14 de abril de 2017].
[9] Gompertz, L. (1997 [1824]) Moral inquiries on the situation of man and of brutes, Lewiston: Edwin Mellen.