Tuberculosis bovina: la única solución posible es el veganismo

La explotación de los animales causa a estos unos daños terribles. Sin embargo, quienes la defienden ponen por encima los beneficios que esta puede tener para los seres humanos que consumen o que explotan directamente a los animales. De manera reciente hemos podido ver un ejemplo de esto en una nueva defensa de la ganadería.

El lunes 5 de junio tuvo lugar en el municipio español de Salamanca una protesta convocada por la organización Unión por la Ganadería frente a la Delegación de la Junta de Castilla y León. Esta protesta finalizó de manera violenta cuando decenas de ganaderos intentaron asaltar la Delegación utilizando palos, barras y vallas, llegando a romper la puerta de acceso, después de lanzar huevos y bolas de pintura contra la fachada.

Su objetivo era coaccionar al personal funcionario que trabaja en la Delegación para que rebajaran los controles existentes de la tuberculosis.¹ Dicho personal tuvo que ser protegido por agentes de policía debido a la violencia de los ganaderos. En el caso de haber accedido a la petición, los funcionarios habrían cometido un delito de prevaricación, dado que estarían yendo contra la normativa española y europea.

Los hechos están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción 2 de Salamanca. Nueve de los participantes en esta violenta concentración han sido detenidos.²

El portavoz de Unidos por la Ganadería ha llegado a manifestar de manera abierta lo siguiente: “se tienen que empezar a dar cuenta de que a la ganadería en extensivo nos tienen que empezar a dejar convivir con la enfermedad, porque hay más de 50 especies distintas que son transmisores y portadores de la tuberculosis; […] con matar vacas no se soluciona nada, a las pruebas me remito, llevamos 38 años haciéndolo y estamos peor que nunca”.³

Este tipo de mensajes contrastan de manera clara con la propaganda que la industria de la explotación animal suele realizar, según la cual no existen riesgos de salud ni para los animales explotados ni para los seres humanos que consumen animales. Sin embargo, la realidad es que, como señala el propio portavoz de Unidos por la Ganadería, no es posible acabar con las enfermedades que sufren los animales en las granjas.

Después de los casos de tuberculosis bovina detectados en varias provincias, el gobierno de Castilla y León aprobó una resolución por la que se establece una reducción de los controles y requisitos para la concesión y mantenimiento del estatus de explotación libre de tuberculosis bovina.⁴ Esta resolución exime a las granjas de determinadas pruebas obligatorias para evitar que la enfermedad se propague, permite la salida de animales de explotaciones con la calificación sanitaria suspendida o retirada hasta explotaciones calificadas como libres de la enfermedad, y relaja los requisitos de las explotaciones afectadas por esta enfermedad para la obtención de la calificación sanitaria de libre de tuberculosis bovina.

Tras la publicación de la resolución del gobierno de Castilla y León, el Ministerio de Agricultura publicó una Orden que prohíbe que las vacas y toros salgan de esta a otras comunidades autónomas o al extranjero, salvo que los animales sean trasladados directamente al matadero. El Ministerio señala que la Comisión Europea le urgió a tomar medidas para controlar la propagación de la tuberculosis bovina tras tener conocimiento de la resolución aprobada por el gobierno de Castilla y León, lo cual ha sido confirmado por instituciones europeas. El Ministerio también interpuso un recurso contencioso-administrativo contra la resolución aprobada por el gobierno de esta comunidad.⁵

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León acordó suspender el 5 de junio de manera cautelar la aplicación de dicha resolución, con lo cual las vacas y los toros no podrán salir de esta comunidad autónoma por el momento, salvo que vayan de manera directa al matadero.⁶ Ese mismo día tuvieron lugar las protestas violentas por parte de los ganaderos.

Una vez que se suspendió de manera oficial la flexibilización de los controles de tuberculosis bovina,⁷ el Ministerio anunció que autorizará la salida de vacas y toros fuera a otras comunidades autónomas o al extranjero,⁸ si bien el Gobierno de Castilla y León insiste en que su voluntad es rebajar los controles existentes.⁹

La tuberculosis no es la única enfermedad que sufren los animales usados como comida. Las condiciones de vida de los animales en las granjas los hace muy susceptibles a varias enfermedades, y las condiciones de hacinamiento facilitan su contagio hasta el punto de convertirse en epidemias masivas. Algunas de estas enfermedades son la gripe aviar, la encefalopatía espongiforme bovina y la fiebre aftosa. En nuestra página Enfermedades sufridas por animales que viven en granjas de aves y mamíferos es posible encontrar más información al respecto. Los peces y crustáceos también sufren enfermedades en las piscifactorías, como se puede ver en nuestra página Enfermedades sufridas en granjas de peces.

Cuando se informa de estas enfermedades en los medios de comunicación, tanto en el reciente caso de la tuberculosis bovina como en otros,¹⁰ el foco se suele poner en el riesgo para los seres humanos. Sin embargo, son los propios animales los verdaderamente perjudicados. Son los animales quienes sufren las enfermedades y quienes, tanto si están infectados como si no, terminarán sus días en el matadero.

Además de lo anterior, se desinforma a la población, transmitiendo una sensación de falsa seguridad. Las instituciones y los medios de comunicación afirman que los mecanismos existentes evitan el riesgo de contagio. Pero esto es falso. En realidad, no es posible evitar que los animales sufran enfermedades en las granjas. Mientras se sigan criando animales, una parte de los mismos seguirán padeciendo enfermedades. Como consecuencia de esto, existirá un riesgo sanitario para quienes consumen alimentos de origen animal, si bien por nuestra parte, como organización defensora de los animales, el foco lo hemos de poner siempre en el daño a estos.

El motivo por el cual defendemos el veganismo es que los animales sintientes, con la capacidad de sufrir y disfrutar, deben ser respetados. Los animales afectados por nuestros hábitos de consumo son perjudicados a una escala masiva a consecuencia de ello. Esto es algo que debe terminar. Es una consecuencia del especismo, la discriminación de quienes no pertenecen a una cierta especie como es la humana.

La difusión de la violencia mostrada por los ganaderos está teniendo una amplia repercusión mediática. Teniendo en cuenta esto, te invitamos a difundir ahora estos mensajes entre tus contactos para defender a los animales:

· Los animales sufren de manera habitual enfermedades en las granjas

· Los animales son las verdaderas víctimas de las enfermedades que tienen lugar en las granjas

· Los animales, tanto si están infectados como si no lo están, serán enviados al matadero

· La única solución posible a las enfermedades y al resto de daños que sufren los animales en las granjas es elegir una alimentación sin productos de origen animal, en consonancia con el veganismo, la posición consistente en intentar no dañar a los animales

· Debemos avanzar hacia un futuro mejor para los animales, libre de especismo

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Notas