Curso sobre el sufrimiento de los animales salvajes – Tema 19

Curso sobre el sufrimiento de los animales salvajes – Tema 19

En este capítulo aclaramos los conceptos relacionados con la consideración de los animales salvajes con respecto a su bienestar. En primer lugar, veremos las diferentes formas en que se suelen utilizar los términos “bienestar” y “bienestar animal”. Luego analizaremos las diferencias entre los términos «bienestar de los animales salvajes» y «sufrimiento de los animales salvajes».

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Los conceptos de bienestar, bienestar animal y bienestar de los animales salvajes

En la primera parte de este libro vimos el problema del sufrimiento de los animales salvajes, las diferentes maneras en que suelen ser dañados y algunas de las formas en que se puede abordar este problema. En la segunda parte vimos por qué el sufrimiento de los animales salvajes es importante. Asimismo, examinamos las razones que existen para concluir que muchos animales, incluyendo un gran número de invertebrados, son sintientes. Esto hace que puedan ser dañados por los diferentes factores que afectan a los animales salvajes. En esta tercera parte del libro vamos a ver cómo se puede investigar sobre este tema en el ámbito científico. Examinaremos los conceptos clave implicados, veremos por qué y cómo puede desarrollarse dicho trabajo de investigación, y echaremos un vistazo a las perspectivas de trabajo futuro en este campo.

Hemos visto que se habla del “sufrimiento de los animales salvajes” para nombrar de forma general los daños que sufren los animales que viven fuera del control humano, debido a causas que pueden ser total o parcialmente naturales. Hay otro término que también se usa para nombrar esto, que es “bienestar de los animales salvajes”. Sin embargo, este otro término se emplea con varios significados muy distintos. Esto sucede, en parte, porque a su vez el término “bienestar animal” tiene varios significados que son muy diferentes entre sí. A continuación vamos a examinar las diferentes formas en las que se usan los términos “bienestar”, “bienestar animal” y “bienestar de los animales salvajes”. Como estas son bastante diversas, será necesario hacer bastantes aclaraciones y distinciones.

Conceptos de bienestar

La palabra “bienestar” se usa de forma genérica para nombrar cómo alguien se siente, bien o mal. Debemos señalar que este término es en realidad problemático, pues pone de manifiesto una predisposición demasiado optimista. Ello se debe a que el término “bien” se utiliza para transmitir un significado positivo. Por ello, su uso para nombrar el bienestar negativo o deficiente es confuso. Así, hablar del bienestar de los animales en el mundo salvaje puede hacer creer que la vida de estos animales es mejor de lo que realmente es. O sea, nos puede llevar a creer que de lo que hablamos es de un bienestar positivo, cuando en realidad el bienestar puede ser positivo o negativo.

La forma más común de entender esto es que tenemos un bienestar positivo cuando en nuestra vida tenemos sobre todo experiencias positivas, es decir, cuando nuestra vida es fundamentalmente agradable. Y se dice que tenemos un bienestar deficiente o negativo cuando nos sentimos mal, o sea, cuando estamos sufriendo, cuando tenemos experiencias negativas. Este, y no otro, es el significado con el que estamos usando el término “bienestar” aquí. Así pues, el bienestar puede ser positivo o negativo, dependiendo de las circunstancias. Después de todo, los seres sintientes a menudo no se sienten bien. Más bien es al contrario. Muchas veces se encuentran en situaciones en las que se sienten mal, a veces extremadamente mal. Esto sucede especialmente en el caso de los animales no humanos, tanto entre los que son utilizados como recursos por los seres humanos (podemos pensar en lo que ocurre en las granjas industriales) como entre los que viven en la naturaleza.

El término “bienestar” se ha venido utilizando en las ciencias naturales, especialmente en veterinaria. Cuando el bienestar es positivo (es decir, cuando prevalecen el placer, la satisfacción u otras experiencias positivas), una expresión que se utiliza es “bienestar alto”. Cuando es negativo (es decir, cuando prevalecen el dolor, la angustia u otras experiencias negativas), la expresión común es “bienestar bajo” o “deficiente”. En filosofía se utilizan los términos “bienestar positivo” y “bienestar negativo” para nombrar todo aquello que puede ser positivo o negativo para alguien.1 Hay diferentes posiciones filosóficas acerca de qué es lo que constituye el bienestar, definido de esta manera. Según las teorías experiencialistas, las experiencias son lo único que afecta a nuestro bienestar. Algunas de estas teorías sostienen que lo negativo para un individuo es tener experiencias negativas (como el dolor). Otras concuerdan con esto, y añaden que también es positivo tener experiencias positivas. Según las teorías de la lista objetiva, también hay otras cosas que tienen un valor positivo o negativo objetivo, incluso aunque no afecten a cómo alguien se pueda sentir, como el hecho de tener determinado tipo de relaciones especiales o de lograr cumplir con éxito nuestras metas en la vida. Por último, las teorías preferencialistas consideran que lo que es bueno para cada individuo consiste en el cumplimiento de sus deseos; y lo malo, la frustración de estos, independientemente de si eso hace que quien posee esos deseos tenga como resultado de ello experiencias positivas o negativas. Según este punto de vista, incluso si al cumplir un deseo no se obtiene ningún sentimiento positivo, su cumplimiento o frustración tendrá valor positivo o negativo para quien posee tal deseo. Dentro de estas teorías, el antifrustracionismo es una posición que afirma que, si bien satisfacer nuestras preferencias no tiene por qué ser bueno, el hecho de que nuestras preferencias se vean frustradas es siempre malo.2

Por su parte, también existen diferentes formas en que el término “bienestar” se ha utilizado en las ciencias naturales, especialmente en la ciencia veterinaria. Los tres significados principales que se ha dado al término son los siguientes.3

(1) En primer lugar, la palabra “bienestar” se usa para referir simplemente cómo se siente alguien. Este es el significado principal, y el que ya hemos visto anteriormente.

(2) En algunos casos, “bienestar” se usa para nombrar no solo cómo se siente alguien, sino también otros factores que afectan a cómo se siente ese individuo, como su salud, por ejemplo.

(3) Finalmente en algunos casos, el término “bienestar” se ha identificado, al hablar del “bienestar animal” con el comportamiento considerado “natural” de los animales. Según esto, el bienestar de un ser se mediría por su capacidad de comportarse “naturalmente”.

Los dos segundos significados son más complejos que el significado original e intuitivo del término. Podríamos decir que desvían el tema del problema principal, que es lo bien o mal que se sienta alguien. Por ello, la segunda concepción de “bienestar” puede cuestionarse argumentando que todo factor que sea distinto de las experiencias que alguien tiene (como su salud) no son importantes en sí mismos. Pueden ser relevantes indirectamente, como indicadores de cómo son esas experiencias.

En cuanto a la tercera concepción de “bienestar”, puede cuestionarse por motivos similares. Como ya sabemos, lo que es natural a veces es bueno, pero a menudo no lo es. En muchos casos, los animales que se comportan “naturalmente” pueden sentirse bien, pero sin duda, en muchos otros casos no. Un animal en una situación relajada en la que tiene comida, refugio y buena salud quizás no se comporte de forma que se considere tan “natural” como cuando tiene que enfrentarse a los diferentes peligros que los animales generalmente se encuentran en la naturaleza, pero en el segundo caso se sentiría mucho peor.

Si esto es correcto, podríamos preguntarnos por qué se sostienen estas concepciones alternativas. Una de las razones por las que ello ocurre es que la ciencia que estudia el bienestar animal es un campo interdisciplinario que utiliza diferentes métodos. Estos incluyen la evaluación de diferentes indicadores fisiológicos y de comportamiento del bienestar animal, así como las condiciones externas. Pero estos indicadores no deben confundirse con el bienestar en sí. La ciencia del bienestar animal examina estos factores, que pueden ser estudiados de manera más o menos objetiva, a diferencia de lo que ocurre en el caso de las experiencias reales de los animales, a las que no tenemos acceso. De ese modo se refuerza la asociación de esta ciencia con tales indicadores. Pero estos indicadores no deben confundirse con el bienestar en sí mismo. Son solamente indicadores del bienestar.

Significados de los términos “bienestar animal” y “bienestar de los animales salvajes”

Una vez hemos visto los diferentes significados de la palabra “bienestar”, podemos pasar a considerar las diferentes formas en que se ha utilizado el término “bienestar animal”.4

(1) El significado principal y más sencillo de “bienestar animal” es muy simple. Se trata de lo que hemos visto anteriormente. Es lo bien o mal que se siente un animal.

(2) El término “bienestar animal” se utiliza también como el nombre de una ciencia (o de un enfoque multidisciplinar que agrupa aportaciones de distintas ciencias). La ciencia del bienestar animal es el estudio científico de lo bien o mal que se sienten los animales, es decir, de lo buenas o malas que son sus vidas desde el punto de vista de su bienestar. Para ello, utiliza diferentes métodos que examinan los distintos indicadores de comportamiento y fisiológicos para evaluar cómo se sienten los animales.

(3) Otro uso del término “bienestar animal” es para referirse a medidas legales o regulaciones cuyo propósito es evitar que los animales sufran ciertos daños, o limitar el grado en que los sufren.

(4) Por último, el término “bienestar animal” se ha utilizado a veces para nombrar a la posición que sostiene que los daños que sufren los animales debido a su uso para la obtención de ciertos productos o servicios deberían reducirse, pero no necesariamente eliminarse.

El término “bienestar de los animales”, tal como se utiliza en la expresión “bienestar de los animales salvajes”, se refiere al primer y segundo uso del término.5 No concierne necesariamente al tercero, ya que actualmente hay muy pocas leyes que regulen cómo los animales salvajes pueden verse afectados por la acción humana, centradas en cómo se encuentran realmente los animales. Casi todas las leyes se basan en leyes ambientales o de conservación, que consideran poblaciones o especies animales, pero no individuos.

Tampoco está relacionado en modo alguno con el cuarto significado mencionado anteriormente. La idea de que es aceptable usar y dañar a los animales no humanos siempre que se reduzca el daño que se les provoca no debe confundirse de ninguna manera con la idea de que los animales tienen vidas que pueden ir bien o mal desde el punto de vista de su bienestar. Son posiciones netamente distintas, aunque se use un término coincidente para nombrarlas. Tal idea tampoco debe confundirse con el estudio del bienestar de los animales. Es decir, esta posición no debe confundirse ni con la ciencia del bienestar animal ni con la biología del bienestar.

Por lo tanto, se puede entender que “bienestar de los animales salvajes” significa:

Primero, la situación de los animales no domesticados (incluidos los ferales) con respecto a lo positivo o negativo de su bienestar.

En segundo lugar, el estudio científico de lo positivo o negativo de su bienestar. Hasta ahora se ha llevado a cabo muy poca investigación sobre esto, en comparación con lo que ha ocurrido en el caso de los animales domesticados.

“Bienestar de los animales salvajes” y “sufrimiento de los animales salvajes”

Existen tres diferencias entre los usos de los términos “sufrimiento de los animales salvajes” y “bienestar de los animales salvajes”. La expresión “sufrimiento de los animales salvajes” se ha utilizado para nombrar los daños, parcial o completamente naturales, que sufren los animales que viven fuera del control humano directo. Como ámbito o tema de estudio, o como causa que requiere nuestra atención, el sufrimiento de los animales salvajes trata del modo en el que estos pueden ser afectados para mal o para bien. En algunos casos, el término “bienestar de los animales salvajes” se utiliza también para nombrar esto. Ello puede tener sentido dependiendo del contexto, aunque debemos tener en cuenta las posibles confusiones derivadas de los diferentes significados de “bienestar de los animales salvajes” y “sufrimiento de los animales salvajes”. Cabe apuntar las siguientes:

(1) La primera diferencia entre estos dos términos es que “bienestar de los animales salvajes” considera en general el bienestar de los animales en la naturaleza mientras que “sufrimiento de los animales salvajes” se refiere en particular a su bienestar negativo, es decir, a la parte mala de su bienestar. Sin embargo, los factores que afectan positivamente el bienestar de las personas suelen ser también los que tienden a reducir su sufrimiento. Además, se podría argumentar que el componente más crucial del bienestar de los animales en la naturaleza (y también de otros animales) es el negativo, es decir, su sufrimiento.

(2) Otra diferencia entre los términos es que, a diferencia de lo que ocurre con el nombre “sufrimiento de los animales salvajes”, el término “bienestar de los animales salvajes” también se usa comúnmente para aludir al bienestar de estos animales directamente afectados por los seres humanos (y al estudio de esta cuestión). Esto incluye tanto a los animales en cautiverio como a los animales en libertad que han sido dañados directamente por los seres humanos (por ejemplo, mediante métodos de erradicación o mediante la pesca). Debido a la tendencia a ignorar el bienestar de los animales que viven fuera del control humano, el término “bienestar de los animales salvajes” se usa con mayor frecuencia para referirse a animales en cautiverio de especies que no han sido domesticadas, como los animales salvajes en circos o zoológicos. Pero no hay razón para limitar el significado del término de esta manera. También puede referirse a animales que viven fuera del control humano. En cualquier caso, con el término “sufrimiento de animales salvajes” no se da este problema.

(3) La tercera diferencia es que el término “bienestar de los animales salvajes” también se utiliza para llamar a la ciencia que estudia el bienestar de los animales mencionados anteriormente. Una vez más, esto generalmente incluye a los animales en cautiverio y, a veces, se supone que solo los incluye a ellos. Pero aquí nuevamente, es perfectamente válido que el término incluya también el estudio científico del bienestar de los animales en la naturaleza, y que utilice los mismos indicadores de bienestar que se usan para los animales en cautiverio. De hecho, el término “ciencia del bienestar de los animales salvajes en cautiverio” podría ser un nombre más apropiado para el estudio de los animales en cautiverio.

En algunos casos, el término “bienestar de los animales salvajes” se utiliza como sinónimo de “sufrimiento de los animales salvajes”, por ejemplo, para dar nombre a la causa de la que se ocupa la defensa de estos animales. Esto puede tener sentido dependiendo del contexto, aunque debemos tener en cuenta las posibles confusiones derivadas de los diferentes significados de “bienestar de los animales salvajes”.

La ciencia del bienestar de los animales salvajes puede ayudarnos a evaluar el bienestar de los animales que viven en la naturaleza. Pero para comprender por qué las condiciones de vida de un animal son como son en un entorno particular, necesitamos las aportaciones de la ciencia de la ecología (que no debe ser confundida con el ecologismo) y otros campos científicos. La comprensión de cómo funcionan los ecosistemas nos ayudará a entender de qué manera los cambios que se dan en ellos, ya sean naturales o causados por los seres humanos, pueden reducir o aumentar el sufrimiento de los animales salvajes. Por ello, como veremos en el siguiente capítulo, el estudio de esta cuestión es también importante.


Notas

1 Broom, D.M. (1991) “Animal welfare: Concepts and measurement”, Journal of Animal Science, 69, pp. 4167-4175; Crisp. R. (2017 [2001]) “Well-being”, en https://plato.stanford.edu/entries/well-being Animal and human health and welfare: A comparative philosophical analysis, Wallingford: CABI.

2 Parfit, D. (2004 [1984]) Razones y personas, Madrid: A. Machado Libros; Crisp, R. (2006) Reasons and the good, Oxford: Oxford University Press; Fletcher, G. (2016a) The Philosophy of well-being: An introduction, Oxford: Routledge; (ed.) (2016b) The Routledge handbook of the philosophy of well-being, Oxford: Routledge.

3 Hewson, C. J. (2003) “What is animal welfare? Common definitions and their practical consequences”, Canadian Veterinary Journal, 44, pp. 496-499; Duncan, I. J. (2006) “The changing concept of animal sentience”, Applied Animal Behaviour Science, 100, pp. 11-19; Animal and human health and welfare: A comparative philosophical analysis, Wallingford: CABI; Fraser, D. (2008) Understanding animal welfare: The science in its cultural context, New York: John Wiley and Sons.

4 Haynes, R. P. (2008) Animal welfare: Competing conceptions and their ethical implications, Dordrecht: Springer.

5 Kirkwood, J. K. (1992) “Wild animal welfare”, en International Whaling Commission (ed.) Report of the whale welfare and ethics workshop, Cornwell: Eden Project, pp. 66-68; Sainsbury, A. W.; Bennett, P. M. y Kirkwood, J. K. (1995) “Welfare of free-living wild animals in Europe: Harm caused by human activities”, Animal Welfare, 4, pp. 183-206; JWD Wildlife Welfare Supplement Editorial Board (2016) “Advances in animal welfare for free-living animals”, Journal of Wildlife Diseases, 52, supp. 2, pp. S4-S13; Soryl, A. A. (2019) Establishing the moral significance of wild animal welfare and considering practical methods of intervention, tesis final de máster, Amsterdam: University of Amsterdam.