Curso sobre el sufrimiento de los animales salvajes – Tema 22

Curso sobre el sufrimiento de los animales salvajes – Tema 22

En este capítulo veremos áreas de investigación dentro de la biología del bienestar que podría ser particularmente prometedoras, como los programas de vacunación, rescate de animales víctimas de eventos climáticos, ayuda a los animales en las zonas urbanas y ayuda a los grandes herbívoros. Algunas de estas medidas ya se han llevado a la práctica, y sabemos que son especialmente bien acogidas entre la opinión pública. Si avanzamos en este sentido, cada vez más gente apoyará programas de ayuda a animales que sufren por otras circunstancias en la naturaleza, y la investigación en este tema podría experimentar un gran avance.

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Áreas prometedoras para la investigación en biología del bienestar

En la primera parte de este libro vimos diferentes modos de dar ayuda a los animales en el mundo salvaje. En capítulos anteriores de esta tercera parte hemos visto el tipo de investigación que realizaría la biología del bienestar. En este, vamos a examinar algunos ejemplos de formas concretas de dar ayuda a los animales salvajes que parecen tener un gran potencial en dos sentidos distintos. El primero, en la práctica, para promover programas de ayuda a los animales. El segundo, para fomentar que se lleve a cabo un mayor estudio sobre estas cuestiones, lo cual puede hacer posible que en el futuro esa ayuda pueda ser mayor y más eficaz. Podemos considerar varios criterios para juzgar si ciertas líneas de investigación en biología del bienestar pueden ser particularmente prometedoras.

· El primero consiste en su potencial para despertar interés por el tema en el mundo académico.

· El segundo es su potencial de servir de base a políticas públicas que puedan llevarse a cabo ahora o en el futuro cercano.

· El tercero radica en la probabilidad de que reciba apoyo por el público en general.

· El cuarto consiste en que tenga el potencial de ayudar a un gran número de animales.

· Por último, en quinto lugar existe un criterio adicional que, aunque menos relevante que los anteriores, también constituye una ventaja: si ya ha sido (o está siendo) puesto en práctica.

A largo plazo, parece que el cuarto será el más importante, y que el quinto dejará de tener relevancia. A día de hoy, sin embargo, para el desarrollo de la biología del bienestar, los tres primeros parecen más importantes. Y, entre estos, el potencial para despertar interés en el ámbito científico es probablemente el más decisivo.

En este capítulo veremos algunos ejemplos de casos de estudio para la biología del bienestar que cumplen con la totalidad o la mayor parte de estos criterios, lo que hace que sean áreas de investigación en este campo con mucho potencial. No es que no pueda haber otros casos que también cumplan estas condiciones, o muchas de ellas, sino que estos son ejemplos muy claros.1 Primero mencionaremos brevemente dos que ya hemos visto en capítulos anteriores: la vacunación de animales salvajes y el rescate de animales afectados por eventos climáticos. Luego consideraremos otros dos ejemplos que aún no hemos visto. Estos consisten en el modo en que podemos dar ayuda, respectivamente, a los animales salvajes en entornos urbanos y a los grandes herbívoros. Todos estos campos de investigación suelen recibir el apoyo tanto de la opinión pública en general, como, en particular, de quienes trabajan en el ámbito científico.

Vacunación

Empecemos con las ventajas de realizar investigación acerca de la vacunación de animales salvajes. Ya sabemos que esta es una forma de ayudar a una gran cantidad de animales. También sabemos que es una vía de acción fiable, ya que se ha implementado desde hace varias décadas con excelentes resultados, salvando a grandes poblaciones de animales de muertes muy dolorosas. Estos programas de vacunación se han llevado a cabo sobre todo por razones antropocéntricas, para prevenir que las enfermedades de los animales salvajes se transmitan a los seres humanos o a animales domesticados. Pese a esto, tales programas tienen un impacto muy positivo en los animales. Lo que es más importante: el hecho de que se lleven a cabo por esos motivos hace que este sea un campo respetable de investigación en el ámbito académico, para el que hay incentivos importantes. Esta es una gran ventaja.2

Se pueden hacer muchas más cosas en este ámbito de investigación. El trabajo que se realice en este campo puede tener como objeto impedir que los animales sufran de enfermedades contra las que no están siendo vacunados actualmente. Y también nos puede aportar más información acerca de la forma en que la vacunación puede afectar indirectamente a otros animales. A pesar de que, como decíamos, hasta ahora se han llevado a cabo este tipo de programas por razones antropocéntricas, sería perfectamente posible investigar sobre la posibilidad de vacunar a animales contra enfermedades que no afectan a los intereses humanos. Esto es, podemos promover que se investigue más esta cuestión con el fin de conseguir ayudar a los animales.

Rescatando a animales víctimas de eventos climáticos

Otra área prometedora de investigación es la que se enfoca en el rescate de animales víctimas de eventos climáticos, así como en el desarrollo de medidas preventivas para protegerlos. También en este caso hemos visto ya que afortunadamente los animales pueden ser rescatados de incendios, inundaciones y otros desastres naturales. En algunos casos, también es posible construir refugios para que algunos animales se puedan resguardar de la lluvia, la nieve o las temperaturas extremas.3

Algunas personas se oponen a ayudar a los animales que sufren debido a causas naturales, alegando que solo debemos ayudar cuando la causa es antropogénica. Esta afirmación es problemática, porque, para los animales involucrados, lo que importa es el daño que sufren y no qué provocó ese daño. Pero, además, es una objeción que en gran medida ha dejado de ser válida. A día de hoy, los eventos climáticos están cambiando debido a la acción humana. Eso hace que los daños que sufren los animales por causa de las condiciones meteorológicas ya no sean puramente naturales, sino parcialmente antropogénicos. Por esto, y dada la atención cada vez mayor que reciben los problemas relacionados con el clima, parece que los planes de ayuda a los animales afectados por los fenómenos meteorológicos están en situación de poder conseguir apoyo.

Ayudando a los animales en entornos urbanos

A algunas personas les preocupa que nuestros esfuerzos por ayudar a los animales puedan alterar negativamente ciertas zonas salvajes en formas imprevistas. Lo que habría que hacer ante esto sería estudiar hasta qué punto la alteración de estas zonas provocaría un mayor o menor bienestar a los seres sintientes que allí habitan. Pero, en cualquier caso, hay muchos animales que no viven en zonas salvajes, sino que se encuentran en áreas urbanas, suburbanas o industriales, a los que podemos ayudar sin que resulte problemático incluso para quienes consideren esta objeción. Entre los animales salvajes que viven en estas zonas se encuentran diferentes tipos de aves, pequeños mamíferos y reptiles, y muchos tipos de invertebrados. En algunas regiones, también hay animales de tamaño más grande. Los ecosistemas que existen en estas áreas siguen siendo complejos, aunque hayan sido creados en gran medida por los seres humanos. Pero puede ser más fácil estudiar los efectos de nuestros esfuerzos a favor de los animales en estas zonas que en otras más salvajes.4 En estas áreas es más fácil poner en práctica y monitorear programas piloto de ayuda a los animales, así como estudiar los efectos indirectos de estos. De este modo, es más sencillo estudiar en ellas cómo implementar medidas que reduzcan el sufrimiento de los animales. Así, podremos aprender a realizar cambios factibles en entornos urbanos que puedan mejorar la situación de los animales afectados. Y lo que aprendamos con estos estudios podrá ser posteriormente aplicado también en áreas silvestres.

Así que esta podría ser una manera excelente de comenzar a trabajar en biología del bienestar, combinando el estudio en la ciencia de la ecología urbana y la ciencia del bienestar animal. La investigación en este campo puede comenzar estudiando las interacciones que los animales urbanos tienen entre sí y con su entorno. Esto aumentará nuestra comprensión de cómo son las vidas de los animales que viven en entornos urbanos, los daños a los que se enfrentan y las formas en que se puede evitar su sufrimiento. Aunque este no es un tema que se haya investigado todavía en sí mismo, ya existe una gran cantidad de investigación sobre temas relacionados que será relevante para este estudio. La ecología urbana es un campo bien establecido. Se han estudiado las historias de vida y la dinámica poblacional de un gran número de animales urbanos, así como otras circunstancias que pueden afectar a su bienestar, como sus interacciones con otros animales, los factores que limitan el crecimiento de sus poblaciones o la forma en la que las circunstancias de su entorno, incluidos distintos elementos del diseño urbano, les favorecen o perjudican.

Algunos de estos animales han sido estudiados porque su presencia (al menos una vez llegan a un cierto número) no es deseada por los seres humanos. El conocimiento obtenido como resultado de tales investigaciones puede utilizarse de manera que beneficie a los animales. Esto se debe a que la existencia de grandes poblaciones de estos animales puede ser negativa no solo para los humanos, sino también para los propios animales de tales poblaciones. Esto puede suceder si la mayoría de ellos tienen vidas cortas en las que prevalece el sufrimiento. Así, podríamos llegar a una situación mejor para los animales, si estos estuviesen en poblaciones relativamente pequeñas, y si se promoviera la presencia de animales con menores tasas de mortalidad y sufrimiento en lugar de la de animales que tienen vidas más duras.

Mejorando la situación general al ayudar a los grandes herbívoros

La preocupación principal que puede surgir con respecto a la acción en el mundo salvaje es que al ayudar a algunos animales, podamos dañar a otros. Nuestro objetivo no debe consistir simplemente en ayudar a ciertos animales olvidándonos de todos los efectos indirectos que ello pueda tener. Por el contrario, debemos buscar maneras de darles ayuda que puedan ser positivas en conjunto, teniendo en cuenta a todos los animales afectados. Para lograr esto, hemos de estudiar los ecosistemas como tales. De hecho, las mejores formas de ayudar a los animales serán las que se den a nivel del ecosistema. Lo que buscaríamos con ellas no sería una mejora para un cierto grupo de animales, sino un escenario en el que la proporción general de sufrimiento frente a disfrute cambiase para mejor.

Existe un tipo de actuación que parece constituir un buen ejemplo de esto. Actualmente hay mucho interés en la protección de grandes herbívoros como los elefantes. Hay razones importantes para apoyar estas medidas si lo que queremos es ayudar a los animales en conjunto. Los elefantes invierten mucho en el cuidado de sus hijos y tienen altas tasas de supervivencia. Como resultado, estos animales tienden a vivir vidas relativamente buenas, que contienen mucho menos sufrimiento que las de la mayoría de los demás animales. También consumen grandes cantidades de plantas. De no ser consumida por ellos, toda esta biomasa vegetal habría dado lugar a la multiplicación de un gran número de animales más pequeños que se alimentarían de ella. Y, como hemos visto en capítulos anteriores, estos animales más pequeños probablemente tienden a tener vidas con mucho más sufrimiento. Ello sucede sobre todo porque, por lo general, se reproducen teniendo un gran número de crías, la mayoría de las cuales mueren, a menudo dolorosamente, poco después de venir al mundo. Por ello, la protección de grandes herbívoros como los elefantes probablemente tienda a hacer que la situación de los animales que viven en su mismo ecosistema sea mejor en general.

Está por estudiar si algo semejante puede suceder también en el caso de otros grandes herbívoros, como hipopótamos y rinocerontes. Los estudios sobre la manera en la que la presencia de estos afecta a los ecosistemas tendrían que ser llevados a cabo caso por caso. También podría estudiarse si este efecto se da en aquellos lugares en los que se hallan presentes herbívoros de tamaño más pequeño como los antílopes o las cabras. La buena noticia es que esta es una manera factible de actuar para beneficiar a los animales. De hecho, ya se está interviniendo de este modo, aunque con objetivos diferentes, centrados en la conservación de estos animales.5

Esto nos muestra que hay mucho trabajo prometedor que podemos llevar adelante. En capítulos anteriores hemos visto que hay muchas vías de acción diferentes que se pueden seguir para ayudar a los animales en la naturaleza. En este capítulo hemos visto que algunas de ellas pueden ser especialmente prometedoras no solo de forma directa para aprender a cómo ayudar mejor a los animales, sino también, indirectamente, para fomentar que el trabajo sobre esta cuestión gane más prestigio académico. A corto plazo, esto aumentará el interés en este tema. Y ello, a su vez, maximizará a largo plazo el resultado positivo esperable para los animales en el mundo salvaje. Todo esto nos da razones para ser optimistas con respecto a los avances que pueden tener lugar en el campo de la biología del bienestar.

Hay otra línea de investigación que es muy prometedora para el desarrollo de la biología del bienestar, que es el estudio de los métodos científicos para evaluar el bienestar de los animales en la naturaleza. Este puede facilitar el conjunto del trabajo posterior que se haga sobre la situación de los animales en el mundo salvaje. Por lo tanto, no se centra en una forma particular de ayudar a los animales salvajes sino en una forma de mejorar las probabilidades de éxito de cualquiera de ellas. La examinaremos en el siguiente capítulo, donde también vamos a considerar la relación entre la biología bienestar y otros campos de investigación.


Notas

1 Un ejemplo que no cumple el cuarto criterio pero encaja muy bien en el resto consiste en ayudar a los mamíferos marinos varados.

2 Vitasek, J. (2004) “A review of rabies elimination in Europe”, Veterinární Medicína, 49, pp. 171-185; Turnbull, P. C. B.; Tindall, B. W.; Coetzee, J. D.; Conradie, C. M.; Bull, R. L.; Lindeque, P. M. y Huebschle, O. J. B. (2004) “Vaccine-induced protection against anthrax in cheetah (Acinonyx jubatus) and black rhinoceros (Diceros bicornis)”, Vaccine, 22, pp. 3340-3347; .

3 Flueck, W. T. (2011) “Continuing impacts on red deer from a volcanic eruption in 2011”, European Journal of Wildlife Research, 60, pp. 699-702; White, S. (2012) “Companion animals, natural disasters and the law: An Australian perspective”, Animals, 2, pp. 380-394, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4494289 [consultado el 14 de septiembre de 2019]; Journal of Applied Philosophy.

4 Hadidian, J. y M. Baird (2001) “Animal welfare concerns and the restoration of urban lands”, Ecological Restoration, 19, pp. 271-272; Martinson, T. J. y Flaspohler, D. J. (2003) “Winter bird feeding and localized predation on simulated bark-dwelling arthropods”, Wildlife Society Bulletin, 31, pp. 510-516; Krimowa, S. (2012) Pigeons and people: Resource ecology and human dimensions of urban wildlife, tesis final de máster, Wellington: Victoria University of Wellington; McCleery, R. A.; Moorman, C. E. y Peterson, M. N. (eds.) (2014) Urban wildlife conservation: Theory and practice, Dordrecht: Springer; Adams, C. E. (2016) Urban wildlife management, Boca Raton: CRC press.

5 Van Aarde, R. J. y Jackson, T. P. y Ferreira, S. M. (2006) “Conservation science and elephant management in southern Africa: Elephant conservation”, South African Journal of Science, 102, pp. 385-388; Kerley, G. I. H. y Landman, M. (2006) “The impacts of elephants on biodiversity in the Eastern Cape Subtropical Thickets: Elephant conservation”, South African Journal of Science, 102, pp. 395-402; Guldemond, R. A. R., and van Aarde, R. J. (2008) “A meta-analysis of the impact of African elephants on savanna vegetation,” Journal of Wildlife Management, 72, pp. 892-899; Pearce, D. (2015) “A welfare state for elephants? A case study of compassionate stewardship”, Relations: Beyond Anthropocentrism, pp. 133-152, 3, https://www.ledonline.it/index.php/Relations/article/view/881 [consultado el 11 de diciembre de 2019].