La ética animal en la Semana de Ética y Filosofía Política

La ética animal en la Semana de Ética y Filosofía Política

15 Jul 2015
Ética animal en la Semana de Ética y Filosofía Política

 

Uno de los eventos en el campo de la ética y la filosofía política en general más importantes en el ámbito académico y de la investigación en el mundo de habla hispana es la Semana de Ética y Filosofía Política. La próxima edición de este evento, que tendrá lugar en la Universidad de Córdoba (España) en los días 13, 14 y 15 de enero de 2016, con el título: XVIII Semana de Ética y Filosofía Política: Desafíos Públicos.

Como en 2007 2010, en este evento habrá una mesa dedicada a la consideración moral de los animales no humanos. En esta mesa se tratará en especial la cuestión de la situación de los animales en el mundo salvaje y las formas en las que podemos darles ayuda cuando están en situación de necesidad.

Las personas que coordinan esta mesa, Catia Faria y Eze Paez (activistas de Ética Animal) han difundido la siguiente convocatoria para el envío de propuestas de comunicaciones a quienes quieran participar en esta.

Ėtica, animales y naturaleza: de la reflexión moral a las políticas públicas

Llamamos al envío de propuestas de comunicación para la mesa temática Ética, animales y naturaleza: de la reflexión moral a las políticas públicas, inserida en el ámbito de la XVIII Semana de Ética y Filosofía Política: Desafíos Públicos.

Tradicionalmente, la reflexión en filosofía moral y política se ha circunscrito a cómo la acción individual e institucional afecta al bienestar de las poblaciones humanas. En las últimas décadas esta tendencia ha sufrido cambios significativos, al ampliar su atención a los intereses de individuos no humanos.

Efectivamente, la mayoría de los individuos que se ven afectados por nuestras decisiones privadas y públicas no son miembros de nuestra especie. Por una parte, nuestros hábitos de consumo implican el sufrimiento y la muerte de una gran cantidad de animales que se encuentran bajo control humano. Por otra parte, a menudo, intervenimos en la naturaleza de formas que dañan enormemente a los animales que ahí viven, ya sea por razones estrictamente antropocéntricas o en la persecución de fines ecologistas. Ejemplos de ello serían la gestión de especies foráneas o los programas de control poblacional que consisten en eliminar una gran parte de los habitantes de un determinado ecosistema.

Todas estas prácticas, a pesar del daño infligido, no sólo están jurídicamente permitidas, sino que, en algunos casos, son promovidas por los mismos poderes públicos. Estas intervenciones asumen que la promoción de intereses humanos o de valores ecologistas tiene, en general, prioridad moral sobre la promoción de los intereses de individuos no humanos. Sin embargo, estas posiciones han sido ampliamente rebatidas desde la ética animal. En primer lugar, se niega que la pertenencia a una especie sea un  atributo moralmente relevante y que, por tanto, no está justificado asignar mayor importancia a intereses humanos que a no humanos. En segundo lugar, si desde la llamada ética ambiental se defiende que las entidades moralmente valiosas son conjuntos de entidades biológicas, como especies o ecosistemas, desde la ética animal se sostiene que son los individuos sintientes (humanos y no humanos) quienes deben ser tenidos en cuenta porque pueden sufrir y disfrutar.

A nivel práctico, esta discrepancia teórica lleva a diferentes concepciones acerca de qué constituiría una política pública justificada. En lo que se refiere a la gestión ambiental esto se constaría en dos tipos de intervenciones en la naturaleza: (i) aquéllas con fines ecologistas que producen consecuencias negativas para los animales que ahí viven y que, por tanto, son contrarias a sus intereses y (ii) aquéllas cuyo objeto es beneficiar a los animales no humanos en la naturaleza, prescritas por la ética animal pero rechazadas por la ética ambiental.

El objetivo de esta mesa temática es suscitar una discusión entre personas expertas en ambas disciplinas, contribuyendo así, desde la academia, a informar la toma de decisiones públicas de modo a que los intereses de todos los individuos afectados se vean atendidos. Por el número de individuos a los que afecta y la profundidad de la discrepancia teórica entre las posiciones en conflicto, la discusión sobre estas prácticas va a constituir un reto fundamental para la filosofía moral y política en el futuro, ya que depende de un problema filosófico central: la determinación de qué entidades son moralmente considerables.

Si fuera de vuestro interés participar, deberíais enviarnos vuestras propuestas con título y abstract (de 300 a 400 palabras) a [email protected] y [email protected], hasta el 12 de Septiembre de 2015.

Más información sobre la Semana de Ética y Filosofía Política:
http://xviiisemanaefp.blogspot.com.es

Atentamente.

Coord.:
Catia Faria
Eze Paez