Seda

La seda es una fibra formada por proteínas, elaborada por varios insectos. Aunque la seda puede ser elaborada por insectos de varias especies (abejas, avispas, arañas…), la seda vendida como tejido es producida exclusivamente por los llamados “gusanos de seda”. La seda es empleada para elaborar prendas, como corbatas, pañuelos, camisas, blusas, vestidos, pijamas, batas y ropa interior.

En Tailandia, además de los gusanos criados (Bombycidade), se usan gusanos salvajes (Saturniidae) para la obtención de seda. Las variedades de gusanos usadas para este fin han ido siendo seleccionadas a lo largo de la historia para que su producción sea la mayor posible.1 En la actualidad, la producción de seda se intenta intensificar abaratando costes dando hormonas u otros químicos a los gusanos de seda.2

Los gusanos de seda son también utilizados con otros fines, como el de alimentar a otros animales domesticados como pollos o peces.3 En algunos países se usan también como comida para humanos.4

Cómo se produce la seda

La seda puede obtenerse de manera manual o con máquinas. En primer lugar, se depositan los huevos en recipientes con papeles especiales. Al pasar 35 días desde que los huevos eclosionan, los gusanos comienzan a hilar un capullo alrededor de sí mismos, hasta quedar encerrados. En ese momento, la mayoría de gusanos son introducidos en agua hirviendo o gaseados para obtener el tejido, provocando así su muerte.

Un pequeño porcentaje de estos animales no son matados, sino que se deja que salga la mariposa del capullo para que ponga huevos, de modo que el ciclo de producción no se detenga.

Unos 6.000 gusanos son matados para obtener un kilo de seda.5 Asimismo, enormes cantidades de crisálidas muertas son compostadas para emplearse en la alimentación de los peces en las piscifactorías, los cerdos, así como, en ocasiones, para consumo humano.

La seda es usada habitualmente en corbatas, pañuelos y complementos. Sin embargo, es posible encontrar corbatas de poliéster y pañuelos de algodón con una buena calidad. A lo largo de los últimos años, se ha comenzado a usar seda para la elaboración de productos de higiene y cosméticos.

Solamente se usan las mariposas más sanas para la elaboración de la seda. Sus huevos se clasifican y se realizan pruebas con ellos. Los huevos considerados menos sanos se queman, mientras que el resto son almacenados en frío hasta el momento en que son incubados. Una vez incubados, eclosionan siete días después. Mientras que en condiciones normales la eclosión se produciría una vez al año, en las granjas de gusanos de seda el proceso se repite tres veces al año.

Los gusanos de seda son alimentados con hojas de morera. Los gusanos aumentan de tamaño, hasta llegar a los 9 centímetros, y mudan varias veces la piel. Su piel pasa de ser gris a rosado translúcido.

En determinado momento, los gusanos agitan su cabeza, momento en el cual empiezan a crear el capullo. Para ello, hace girar una cadena doble de fibra en forma de ocho, hasta formar un muro simétrico alrededor de sí mismo. El filamento mediante el cual crea el capullo se denomina filoína. Esta se mantiene unida mediante la sericina, una goma soluble secretara por el gusano, que se endurece al contacto con el aire.

Si no se interrumpiera el proceso, la crisálida rompería el capullo y emergería en forma de mariposa. Sin embargo, los sericultores deben destruir la crisálida para que no rompa el filamento de soda. Para ello, los capullos son clasificados por varias categorías, como el color y el tamaño, con el objetivo de que el producto final sea uniforme en cuanto a la calidad. A continuación, los capullos son sumergidos en agua caliente, para que pierdan la mayor parte de la sericina. De esta manera, los filamentos pueden unirse más fácilmente para formar el hilo.

Seda ahimsa

Otra forma de obtener la seda es el método ahimsa, empleado por los jainistas para que se produzca la seda que usan. Mediante este método, se usa el capullo una vez que la mariposa sale del mismo, por lo que no se mata directamente al animal. El tejido obtenido es de peor calidad, y se asemeja más a la lana. La seda ahimsa supone un porcentaje bastante pequeño del total vendido.

La producción de seda ahimsa no está carente de problemas, porque en la misma se siguen criando y dañando animales durante el proceso.


Lecturas recomendadas

Cherry, R. (1993) “Sericulture”, Bulletin of the Entomological Society of America, 35, pp. 83-84.

Gleason, C. (2007) The biography of silk, New York: Crabtree, p. 12.

Hyde, N. (1984) “The queen of textiles”, National Geographic, 165, p. 249.

Peigler, R. S. (1993) “Wild silks of the world”, American Entomologist, 39, pp. 151-161.

Tomasik, B. (2016) “Insect suffering from silk, shellac, carmine, and other insect products”, Essays on Reducing Suffering, Feb [referencia: 9 de diciembre de 2020].

Wigglesworth, V. B. (1961) “Physiology of insect metamorphosis”, Journal of Insect Physiology, 7, p. 73.


Notas

1 Nagaraju, J. (2002) “Application of genetic principles for improving silk Production”, Current Science, 83, pp. 409-414.

2 Chang, C. F.; Murakoshi, S. & Tamura, S. (1972) “Giant cocoon formation in the silkworm, Bombyx mori L., topically treated with methylenedioxyphenyl derivatives”, Agricultural Biology and Chemistry, 36, pp. 629-694 [referencia: 24 de diciembre de 2020]. Akai, H.; Kiguchi, K.; Kobari, Y. & Shibukawa, A. (1981) “Practical utilization of juvenoids for increasing silk production”, Scientific Papers of the Institute of Organic Physical Chemistry, 22, pp. 781-792. Sarangi, S. K. (1988) “Effect of juvenile hormone analogue on the silk gland of the silkworm, Bombyx mori L.”, Sericologia, 28, pp. 553-557 [referencia: 30 de diciembre de 2020].

3 Kiuchi, M. & Tamaki, Y. (1990) “Future of edible insects”, Farming Japan, 24, p. 374L.

4 Hoffman, W. E. (1947) “Insects as human food”, Proceedings of the Entomological Society of Washington, 49, pp. 233-237. Defoliart, G. R. (1995) “Edible insects as minilivestock”, Biodiversity and Conservation, 4, pp. 306-321.

5 University of Illinois at Urbana-Champaign (2006) “Silkworm (Bombyx mori)”, Insects and People, 6 Jan.