Aves y peces mantenidos por ocio

Aves y peces mantenidos por ocio

Peces

Muchas clases de animales, incluidos muchos peces, son dañados considerablemente como consecuencia de ser retenidos por los humanos como artículos de exposición, de compañía, o para satisfacer deseos de coleccionistas. Los peces sufren daños importantes cuando se ponen en tanques, y aquellos peces que no nacen en cautiverio sufren daños adicionales a consecuencia de la captura y del desplazamiento. Estos daños ocurren a consecuencia del hecho de que los peces se usan como ornamentos vivos porque son estéticamente agradables, estimulantes, o más relajantes, mientras que los intereses de los peces no suelen tenerse en consideración.

Captura de peces para uso ornamental

Se calcula que entre 20 y 24 millones de peces son capturados en sus hábitats al año. Además, se capturan entre 9 y 10 millones de otros animales acuáticos al año, como moluscos y gambas.1

Aunque “acuario” puede sonar bien, para los animales que viven en ellos son tanques que los confinan y frustran sus intereses. Además, un método habitual de captura para exhibición supone rociar una mezcla de cianuro de sodio en zonas de la naturaleza donde viven los animales. El químico aturde a los animales y los deja inmóviles, para ser capturados fácilmente. El uso de dicho veneno no solamente daña a los peces a los que se quiere capturar, sino también a otros individuos sintientes que viven en la misma zona. Se considera que entre el 70-90% de los peces traídos de Filipinas para exhibición son capturados usando este método de pesca. En el caso de los peces, al igual que en el de los seres humanos, el cianuro evita el transporte de oxígeno a las células, y provoca un problema similar al envenenamiento por monóxido de carbono.

Los peces que viven en áreas marítimas tropicales caputados usando la técnica del envenenamiento de cianuro de sodio sufren tasas de mortalidad muy altas durante varias semanas después de su captura.2 En realidad, se ha demostrado de manera reciente que el uso de venenos de cianuro, y el choque y tensión que sufren como resultado estos peces hace que tengan tasas de mortalidad de hasta el 75% en los dos primeros días en que son capturados. Como su tasa de mortalidad alcanza cifras tan altas, el número de peces capturados para satisfacer la demanda es incluso mayor.

Daños sufridos por los peces a consecuencia del desplazamiento

Además de los peces que mueren unos días después de su captura a consecuencia de la técnica del envenenamiento de cianuro, muchos más mueren mientras se están transportando a sus planeados destinos. Se ha estimado que hasta dos tercios de los peces de coral capturados para enviarse a acuarios mueren durante su desplazamiento. Muchos mueren debido a la conmoción y tensión de ser capturados y transportados, y muchos otros mueren debido a las condiciones físicas, normalmente ásperas, que tienen que soportar mientras son transportados a sus destinos finales (a menudo sólo se embalan y se transportan en bolsas de plástico). Las tasas de mortalidad para los peces utilizados para ornamentación capturados en Sudamérica pueden ser más bajas que las de otras áreas, pero es todavía de hasta el 30%, y representa un número enorme de peces que tiene que soportar una cantidad inmensa del sufrimiento. Se estima que una tasa de mortalidad del 5-10% adicional ocurre durante desplazamientos y en las instalaciones.3 Durante la aclimatación después de la llegada a su destino, su tasa de mortalidad todavía es alta, con más del 30% de ellos muriendo durante esta parte del proceso.4

Daños sufridos por los peces capturados para exposición

Sin embargo, los daños sufridos por los peces usados en exposiciones no se limitan al sufrimiento y muerte que pasan a consecuencia de su captura y desplazamiento. La situación habitual que los peces tienen que soportar en los tanques donde viven es muy dañina para ellos, incluso sin aquellos daños adicionales. Algunos daños causados a los peces que viven en estas situaciones incluyen los siguientes.

Consecuencias de la cría selectiva. Muchos peces son elegidos por su apariencia, comportamiento o para servir a otros propósitos humanos, incluso si esto supone que sea probable que sufran por problemas congénitos.

Temperatura inadecuada. Los tanques y piscinas tienen a menudo temperaturas demasiado frías o calientes para quienes viven allí. Esto no es adecuado para la salud para la salud o la comodidad de los peces, y puede producir un sufrimiento importante y llevar a la muerte prematura. Hay una diferencia entre los niveles de temperaturas a los que un animal puede sobrevivir, y en el que ese individuo puede sentirse cómodo. Y, aunque el desconocimiento sobre los niveles de temperatura del agua pueden ser parte del motivo por el cual se aplican dichos niveles, otros factores como el ahorro de dinero o poner a peces incompatibles en el mismo tanque contribuyen también al problema.

Pobre calidad del agua. Esta es probablemente la causa más común de la muerte de los peces que son usados como ornamentos. Ocurre a menudo en el caso de quienes tienen tanques de peces en casa, y no saben mucho sobre las necesidades de estos animales, como la importancia de que el agua sea oxigenada y filtrada de manera adecuada.

Alimentación inadecuada. Quienes no conocen los requisitos nutricionales de los peces, les dan a menudo una alimentación inadecuada. Incluso en los casos en los que los peces no son matados debido a una mala alimentación, una deficiencia en esta puede ser una causa de sufrimiento crónico considerable y/o agudo.

Hábitats incómodos. Para sentirse seguros y cómodos, algunos peces necesitan tener ciertos elementos alrededor, como rocas, corales, algas o cosas con una función similar, en especial cuando se tienen en acuarios con otros animales incompatible de los que les gusta esconderse.

Hacinamiento. Los peces que viven en condiciones de superpoblación pueden sufrir de tensión aguda, como se evidencia por sus niveles de cortisol elevados. También puede llevar a un bajo sistema inmunitario, y volverse más susceptibles a otros efectos dañinos del estrés.

La agresión entre peces hacinados puede causar daños, especialmente en situaciones donde hay una fuerte competencia por la comida, como se ha observado en los peces que viven en piscifactorías.5 En dichas situaciones, se puede impedir a los peces alimentarse, pueden crecer poco, y ser más susceptibles a enfermedades.

Situaciones sociales estresantes. Otra fuente de estrés para los peces afecta al ambiente social, y se aplica tanto a los que viven en bancos como a los que no. El contacto social o la falta del mismo puede producir sufrimiento y una mala salud, dependiendo de las tendencias naturales del animal.

Depredadores y presas. Se calcula que en hasta el 19% de tanques ornamentales, depredadores y presas son puestos juntos.6 La breve exposición a un depredador causa niveles de cortisol elevados, tasas de ventilación elevadas y alimentación escasa.7

Tintes y mutilaciones. El tinte de los peces también se ha hecho una práctica común. los llamados peces de cristal en particular a veces son inyectados con tintes fluorescentes.8 Esto puede ser perjudicial para su salud, llevando en muchos casos a la enfermedad, y a menudo finalizando en una muerte prematura de los animales.9 Algunas veces los peces son lesionados con piercings o tatuajes por motivos económicos o estéticos, lo que les provoca un gran sufrimiento debido a las mutilaciones.

Aves

Otros animales que sufren debido a ser capturados por motivos de decoración o compañía son las aves. La cría de aves pueda dañarlas, más allá de los perjuicios que sufren al vivir en cautividad. Los motivos por los que estas aves son mantenidas en cautividad varían. Hay quienes sencillamente disfrutan teniendo aves cerca por su aspecto o comportamiento, disfrutan coleccionándolas por curiosidad, o pueden criar aves por motivos económicos. En algunos países las aves no son criadas, sino capturadas y llevadas a otros lugares.

La Convención en el Comercio internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) prohíbe la venta de animales de algunas especies como productos. Pero esta forma de protección se debe solamente a motivos conservacionsitas. No se debe a la preocupación por los propios animales individuales. A consecuencia de esto, solamente se cubren un cierto número de animales, mientras todos los demás permanecen totalmente sin protección por ello. Además, sigue siendo legal dañar a estos animales cuando ello resulta beneficioso para conservar las especies a las que pertenecen.

Según esta convención, si bien es ilegal capturar a algunas aves para comercio, es completamente legal capturar a muchas otras.

Cómo sufren las aves sufren a causa de su confinamiento

Sin tener en cuenta si se capturan o se crían en cautiverio, las aves que se encierran en jaulas sufren enormemente, por lo general. Habitualmente carecen de espacio suficiente para tener una vida normal. Muchas sufren de un gran aburrimiento y tensión. Se puede observar que las aves enjauladas a veces cantan, y algunas personas creen que el hecho de que canten es un reflejo de que son felices, pero no tiene por qué ser así. Las aves cantan por varios motivos, como hacer saber a otras aves de su presencia para que no entren en su territorio, o porque están buscando una pareja, lo cual no tiene relación con si sienten felices o no. La mayoría de aves carece incluso de los utensilios para asearse que necesitarían para sentirse cómodas en un ambiente de cautividad, como acceso permante a agua o polvo para bañarse, lo cual puede provocar un gran estrés. Incluso las que tienen suficiente espacio pueden sufrir aburrimiento o frustración durante mucha parte del tiempo. La frustración se muestra habitualmente a través de comportamientos anormales con los que las aves intentan enfrentarse a su situación.10 Además, las aves que se aburren pueden mostrar comportamientos destructivos, incluyendo autodestructivos. Algunos comportamientos pueden comenzar como estrategias inocuas, como arrancarse algunas plumas para intentar aliviar su estado general de comezón. Sin embargo, estos pueden derivan en obsesiones que amenazan su vida, con las que intentan enfrentarse al estrés continuo de su vida.

En algunos casos, les ponen a las aves anillos de identificación. Para algunos individuos, estos anillos pueden ser una gran fuente de estrés o tensión adicional. Tanto es así que, en sus intentos de quitar estos anillos, terminan por mutilarse. Este estrés puede llevar también a otros problemas de salud.

Muchas aves cautivas sufren porque su temperatura ambiental no es adecuada, y solamente esto puede ser suficiente para impedir que se sientan cómodos. Pueden sufrir también cuando su dieta no es sabrosa, o cuando es insuficiente nutricionalmente.11 Varios problemas de salud pueden derivar de una dieta errónea.12

Enfermedades de las aves

Podemos ver entonces que las situaciones en las cuales se obliga a vivir a estos animales los hacen muy susceptibles de sufrir una amplia gama de enfermedades, que pueden añadir todavía más sufrimiento a lo que se están obligando ya a soportar debido a otros motivos:13

  • La psitacosis (fiebre del loro) es una forma de la bacteria de Clamidia que puede afectar a todas las especies de loros. Es muy contagiosa, y se puede pasar a otra clase de animales también. Los síntomas pueden incluir pérdida de plumas, desarrollo anormal de las plumas, ausencia de plumones, y crecimiento, lesiones y anormalidades del pico.
  • El poliomavirus hace que las plumas de vuelo y las plumas de la cola se desarrollen de manera anormal, o no se desarrollen en absoluto. Los síntomas pueden incluir la pérdida de apetito, abdomen ampliado, parálisis y diarrea. Algunas aves pueden ser portadoras del virus sin mostrar síntomas, si se acentúan y mudan esto plantea un riesgo para la infección de otras aves.14
  • La cándida o las infecciones por candidiasis implican la vegetación frondosa de levaduras que, por lo general, se encuentran en el sistema digestivo, incluso a estas aves. En aves los síntomas pueden incluir lesiones blancas en la boca y garganta, vómitos, pérdida del apetito y una cultivo que les vacía lentamente.
  • La enfermedad de dilatación roventricular es una enfermedad que causa pérdida de peso, vómitos, cultivos tumefactos y cambios en las deposiciones.
  • Parásitos como aspergilosis, giardia, lombrices y Sarcocystis son también una causa de sufrimiento para las aves cautivas.

Lecturas recomendadas

Duncan, I. J. H. & Hawkins, P. (eds.) (2010) Welfare of domestic fowl and other captive birds, Dordrecht: Springer.

Gollerstein, G. A. (1994) The complete bird owner’s handbook, New York: Howell Book House.

Graham, D. L. (1998) “Pet birds: Historical and modern perspectives on the keeper and the kept”, Journal of the American Veterinary Medical Association, 212, pp. 1216-1219.

Halim, A. (2002) “Adoption of cyanide fishing practice in Indonesia”, Ocean & Coastal Management, 45, pp. 313-323.

Indrawan, M. (1999) “Live reef food fish trade in the Banggai Islands (Sulawesi, Indonesia): A case study”, SPC Live Reef Fish Trade Information Bulletin, 6, pp. 7-14.

Lima, S. L. (1998) “Predator induced stress and behaviour”, Advances in the Study of Behaviour, 27, pp. 215-290.

McAllister, D. E.; Caho, N. L. & Shih, C. T. (1999) “Cyanide fisheries: where did they start?”, SPC Live Reef Fish Information Bulletin, 5, pp. 18-21.

Metcalfe, N. B. & Thomson, B. C. (1995) “Fish recognize and prefer to shoal with poor competitors”, Proceedings of the Royal Society B, 259 (1355), pp. 207-210.

Moberg, G. P. (1999) “When does an animal become stressed?”, Laboratory Animals, 23, pp. 22-26.

Pet, J. S. & Pet-Soede, L. (1999) “A note on cyanide fishing in Indonesia”, SPC Live Reef Fish Information Bulletin, 5, pp. 21-22.

Reavill, D. R. (2004) “Tumors of pet birds”, Veterinary clinics of North America: Exotic animal practice, 7, pp. 537-560.

Reimchen, T. E. (1994) “Predators and morphological behaviour in the threespine stickleback”, en Bell, M. A. & Foster, S. A. (eds.) The evolutionary biology of the threespine stickleback, New York: Oxford University Press, pp. 207-240.

Startup, C. M. (1970) “The diseases of cage and aviary birds (excluding the specific diseases of the budgerigar)”, en Rogers, A. & Norris, K. A. (eds.) Encyclopedia of aviculture, I, London: Blandford, pp. 46-58.

Tsai, S. S.; Park, J. H.; Hirai, K. & Itakura C. (1993) “Eye lesions in pet birds”, Avian Pathology, 22, pp. 95-112.

Vriends, M. M. (1987) Aviaries: A complete introduction, Neptune City: TFH Publications.

Wendelaar Bonga, S. E. (1997) “The stress response in fish”, Physiological Reviews, 77, pp. 591-625.

Wolf, P. & Kamphues, J. (2003) “Hand rearing of pet birds – Feeds, techniques and recommendations”, Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition, 87, pp. 122-128.


Notas

1 Wabnitz, C.; Taylor, M.; Green, E. & Razak, T. (2003) From ocean to aquarium, Cambridge: UNEP World Conservation Monitoring Centre, pp. 6-7.

2 Hignette, M. (1984) “Utilisation du cyanure pour la capture des poissons tropicaux marins destinés a l’aquariologie: Methodes de diagnostic”, Oceanis, 10, pp. 585-591

3 Ferraz de Oliveria, E. (1995) Studies on parasites of ornamental fish from South America with potential for transfaunation, tesis doctoral, Stirling: University of Stirling [referencia: 30 de abril de 2020].

4 FitzGibbon, D. (1993) “UK restriction proposals”, Ornamental Fish International Journal, 10, pp. 12-14.

5 Esto se ha estudiado en particular por su relevancia para las piscifactorías: Greaves, K. & Tuene, S. (2001) “The form and context of aggressive behaviour in farmed Atlantic halibut (Hippoglossus hippoglossus L.)”, Aquaculture, 193, pp. 139-147; Carter, C. G.; Purser, G. J.; Houlihan, D. F. & Thomas, P. (1996) “The effect of decreased ration on feeding hierarchies in groups of greenback flounder Rhombosolea tapirina: Teleostei)”, Journal of the Marine Biological Association of the United Kingdom, 76, pp. 505-516.

6 Czányi, V. & Doka, A. (1993) “Learning interactions between prey and predator fish”, Marine Behaviour and Physiology, 23, pp. 63-78.

7 Metcalfe, N. B.; Huntingford, F. A. & Thorpe, J. E. (1987) “The influence of predation risk on the feeding motivation and foraging strategy of juvenile Atlantic salmon”, Animal Behaviour, 35, pp. 901-911.

8 MacMahon, S. & Burgess, P. (2007) “Why it’s cruel to dye”, Practical Fishkeeping, 22 April.

9 Sharpe, S. (2014) “Artificially colored aquarium fish: Death by dyeing”, Freshwater Aquariums – About.com, November 24 [referencia: 9 de enero de 2016].

10 Hollmann P. (1997) “Behavioral disorders in psittacines. 2: Therapeutic measures”, Tierarztliche Praxis, 25, pp. 356-362. Van Hoek, C. S. & ten Cate, C. (1998) “Abnormal behavior in caged birds kept as pets”, Journal of Applied Animal Welfare Science, 1, pp. 51-64.

11 En lo relativo a los problemas de nutrición, ver, por ejemplo: Wolf, P.; Bayer, G.; Wendler, C. & Kamphues, J. (2009) “Mineral deficiency in pet birds”, Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition, 80, pp. 140-146.

12 Wallach, J. D. (1970) “Nutritional diseases of exotic animals”, Journal of the American Veterinary Medical Association, 157, pp. 583-599.

13 Patrak, M. L. (ed.) (1996 [1969]) Diseases of cage and aviary birds, 3rd ed., Philadelphia: Lea and Febiger.

14 Gerlach, H. (1984) “Virus diseases in pet birds”, Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 14, pp. 299-316.